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De acuerdo con la doctora María Luisa Latorre, egresada del Doctorado en Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia, su estudio sobre el Síndrome Infantil de Muerte Súbita (SIMS) realizado en 2010 contribuyó a disminuir las muertes infantiles que pasaron de 1,3 % en 2010 a 0,52 % en 2014, según cifras del DANE.

Los resultados de dicho estudio mostraban el riesgo al que estaban expuestos los lactantes de Bogotá, por prácticas asociadas con conocimientos erróneos, creencias y recomendaciones dadas, en algunos casos, por profesionales de la salud.

El SIMS es la muerte inesperada de menor de un año, sano en apariencia, que ocurre de manera general durante el sueño y que es inexplicable aún después de realizar una exhaustiva investigación de la escena de la muerte, la historia clínica y la autopsia completa. El diagnóstico no tiene una causa específica, pero existen varias asociaciones sobre la posible fuente, entre ellas la posición al dormir.

Alrededor del mundo los padres comenzaron a acostar a sus hijos de medio lado o boca abajo siguiendo las recomendaciones que hacia en 1956 un conocido pediatra estadounidense, el Dr. Benjamin Spock, en sus libros de puericultura, en los que indicaba que si el niño vomitaba podría ahogarse si permanecía acostado bocarriba.

Sin embargo, Latorre no coincidió con el experto. 'Tenía que estudiar el caso colombiano, así que parte del trabajo que hice fue revisar 710 autopsias de niños fallecidos en Bogotá posiblemente por SIMS, y no encontré ninguno por broncoaspiración; ninguno había muerto por vómito', aseguró la especialista.

Los resultados de estudios alrededor del mundo sugieren que no existe posibilidad de que los niños broncoaspiren, o por lo menos no los niños sanos. Por eso en el resto del mundo ya no acuestan a los niños de lado o boca abajo, pues esa práctica aumenta el riesgo, al igual que el colecho (que el niño duerma con alguien más).

Así mismo, el estudio establece que en Bogotá el conocimiento sobre mejores prácticas de sueño seguro está más presentes en personas de estratos altos, con relación con los bajos e incluso medios y en consecuencia se observan más muertes por SIMS en personas de estratos bajos que medios y altos.

LA INVESTIGACIÓN

Por otro lado, existe una predisposición más clara en niños que en niñas, presentándose más muertes por SIMS entre el segundo y el cuarto mes de vida. Igualmente, que la madre haya fumado durante el embarazo, o fumar dentro del espacio donde se encuentra el bebé.

Otro factor de riesgo tiene que ver con la época de invierno: 'En Bogotá tenemos dos picos de temperaturas bajas: abril-mayo y octubre. En el primer semestre el aumento de muertes por SIMS es considerable frente al aumento que se presenta en octubre', asegura la doctora Latorre.

Según la experta, el uso del chupo previene el SIMS; es un factor protector. Este objeto produce microdespertares, es decir que los niños no se duermen tan profundamente, y varios estudios concluyen que el chupo no produce mala oclusión, si se deja máximo hasta los 3 años de edad.

Sin embargo en Bogotá hay resistencia frente al uso de este objeto, por la creencia de que provoca caries, mala oclusión y pérdida de peso, entre otros.

La doctora Latorre comenta que 8 % de los niños (la mayoría de clase alta) usa chupo, y en países como Australia, donde el uso del chupo asciende a 80 %, se tiene uno de los índices de mortalidad por SIMS más bajo del mundo.

También recomienda no colocar gorros o tapabocas a los niños, usar la cobija debajo de los hombros y siempre acostarlo hacia arriba en la noche y siesta. No es recomendable acostar al menor en la misma cama de los papás, pero sí en la misma habitación. Aumentar la lactancia materna y el uso del chupo de manera moderada es otra sugerencia.