Compartir:

La Región Caribe ya completa 53.595 casos de COVID-19 desde el inicio de la pandemia. Los ventiladores han sido una de las respuestas del Gobierno nacional y departamental frente a los ataques de la enfermedad mortal.

La ocupación de UCI ha ido creciendo, creando la necesidad de contar con más personal médico. Pero, a pesar de que algunos de estos ventiladores llegan en momentos críticos, varios aún no funcionan en los territorios.

No en vano, Magdalena, Córdoba y el municipio de Maicao, en La Guajira, ya decretaron la alerta roja ante el crecimiento de casos positivos por la COVID-19.

En Barranquilla y en el municipio de Soledad, Atlántico, decretaron la alerta naranja. En Sucre, por su parte, los congresistas piden que se declare la alerta naranja, mientras que Cartagena empieza a estabilizarse.

Esta crisis sanitaria ha dejado al descubierto carencias en la infraestructura hospitalaria y ausencia de personal médico capacitado en la Región Caribe, convirtiéndose en algunas de las razones por las que algunos ventiladores siguen sin encenderse mientras que la COVID-19 va ‘apagando’ vidas.

10 ventiladores sin encender

La Guajira, que ya alcanzó 884 casos de COVID-19, cuenta con un total de 70 camas UCI para atender a pacientes COVID-19, con una ocupación del 47%, y 13 camas de unidades de cuidados intermedios.

En el municipio de Maicao, el pasado 6 de junio, declararon alerta roja por el colapso de las unidades de cuidados intensivos. De los 14 ventiladores entregados por el Ministerio de Salud, una semana antes, 10 fueron destinados al Hospital San José de Maicao: 5 ventiladores fijos o convencionales de marca Aeonmed Modelo VG70, y 5 ventiladores portátiles marca Zoll 731.

Sin embargo, ninguno de estos equipos están funcionando. El gerente del hospital de Maicao, Giovany Salamanca, afirmó que se está a la espera de que la empresa contratada para la instalación y capacitación de los equipos vaya a realizar dicha labor.

'A partir de ese momento, necesitamos adecuar las camas con otros insumos e instrumentos indispensables para una UCI funcional, como, por ejemplo, camas de tres planos y bombas de infusión por cada cama, más aparatos como ecógrafo y carro de paro. Igualmente, se debe capacitar al personal extra para la operación y manejo de pacientes en una unidad de atención crítica', explicó.

Así, a pesar de que los ventiladores, que son los equipos que mantienen respirando a pacientes COVID-19 en estado crítico, ya están en el territorio guajiro, en nada ha cambiado la situación. Pues Maicao sigue ‘padeciendo’ por no tener personal preparado ni instalaciones donde se puedan ubicar tales máquinas.

'Las instalaciones donde se ubicarán esas camas UCI no están listas y tampoco se cuenta con el personal capacitado para la operación y calibración de un equipo que es importante por su elevado costo. Nada hacemos con tener los ventiladores, que sí se requieren, pero que no pueden ponerlos a funcionar para que salven vidas', expresó un especialista del Hospital San José de Maicao, que pidió mantener su identidad en reserva.

Los otros cuatro ventiladores entregados por el Gobierno nacional sí están en funcionamiento en Riohacha.

La gerente del Hospital Nuestra Señora de los Remedios de Riohacha, Mariangélica Martínez Camacho, afirmó que en el centro asistencial existe la infraestructura para instalarlos, la cual está ubicada en el área de hospitalización que se destinó para los pacientes de COVID-19.

Sobre el personal médico, aseguró contar con los especialistas de medicina interna vinculados al hospital, 'los cuales están capacitados y entrenados en el manejo de los ventiladores y de pacientes que los necesiten'.

A esperas de un transformador

En Santa Marta se declaró la alerta roja hospitalaria dado que el porcentaje de ocupación de las camas UCI está en un 83%. De las 128 disponibles, 12 están siendo utilizadas por pacientes contagiados con la COVID-19.

La semana anterior se entregaron al Hospital Julio Méndez Barreneche 8 ventiladores. La Secretaría de Salud distrital asumió el control de la asignación de camas UCI a través del CRUE.

En Ciénaga, Magdalena, funcionan 15 camas UCI en la Policlínica; mientras que otras 12 del Hospital San Cristóbal están en espera de entrar a operar debido a que se trabaja en adecuación de infraestructura y en la instalación de un transformador.

Para encender y poner a funcionar los 12 ventiladores, el hospital requiere de la instalación de un transformador distinto al del sector aledaño. Sin embargo, aún están a la espera del mismo.