La mayoría de los colombianos está expectante en este 2013 de las medidas y proyectos que den solución a la problemática existente en el país y que obstaculizan su desarrollo.
La primera y más urgente a solucionar en nuestra nación es el paro del sector Justicia y la Fiscalía, el cual ha tenido un costo al país de $65 mil millones al dejarse de realizar y proferir unas 168 mil audiencias y sentencias durante ese periodo, afectando a abogados y usuarios pendientes de esos procesos. Además de retomarse la fallida Reforma Judicial también urge la enmienda al sistema pensional en la solución a los tres problemas de fondo que la afectan: la reducida cobertura, la inequidad y su insostenibilidad financiera.
Otro asunto que no admite mayor espera es la aprobación de una ley de profundo calado que permita reformar el deplorable sistema de salud existente. Paralelo a este espinoso asunto está el inhumano hacinamiento de casi 115.000 presos confinados en las cárceles, entre cuyas soluciones están la de aligerar los procesos judiciales y la construcción de las 6 megacárceles regionales, una de ellas en el Atlántico.
No obstante existe el consenso de que el más trascendental hecho del que Colombia estará atenta en este 2013 será el desenvolvimiento del proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc el cual dé salida a casi cinco décadas de conflicto armado. El otro tema que mayor atención deparará en este nuevo año es la apelación del Gobierno al fallo de la CIJ en la Haya en el que nos cercenaron una vasta extensión de aguas del Archipiélago sanandresano.
De otro lado se hace imperativo que se continúe la cuidadosa aplicación del programa bandera del Gobierno de la restitución de tierras. De igual forma dentro de la enmendada Ley de Justicia y Paz se prevén sentencias contra jefes paras y políticos asociados a ellos. Así mismo se espera se den los fallos tanto en el caso Colmenares como en los escándalos por Interbolsa, el ‘carrusel’ de contratos en Bogotá y el de pensiones en el Consejo Superior, el de AIS, el de la devolución ilegal de $3 billones de IVA en la Dian, el de las ‘chuzadas’ a magistrados, etc. También se aguarda la asunción de medidas eficaces contra la corrupción, se dé la reestructuración de las CAR y que la Corte Constitucional revise la enmienda al Fuero Militar fuertemente cuestionado por la ONU.
Algo importante es la evaluación y revisión del sistema de regalías para ver si se está “repartiendo equitativamente la mermelada en la tostada” pues ocurre que los 8 departamentos y 103 municipios productores se quejan de un descenso en el retorno de los recursos que han aportado al sistema. Otra tarea del Gobierno es la continuación en la adjudicación de las 100 mil viviendas que mejoren la calidad de vida de los colombianos. Es vital, además, aplicar estrategias contra el desempleo y la informalidad laboral.
En la agenda económica se debe fortalecer la competitividad industrial así como incrementar el espíritu exportador hacia los mercados abiertos por los TLC. A nivel de educación se espera la aprobación al proyecto de Ley contra el matoneo y que se siga impulsado su calidad en todas las regiones.
Pero finalmente no hay que olvidar que es un año político en que se definirán candidaturas presidenciales a la que se sumarán estratégicamente algunos movimientos políticos importantes.