Con los ritmos portorriqueños de bomba y plena hace 50 años, los barranquilleros comenzaron a bailar y ‘descubrir’ la salsa. En la era de los exitazos de Pedro Laza, Rufo Garrido y Pacho Galán, que son contemporáneos, y en los ya idos y olvidados bailes familiares, se daban los primeros pasos de estos nuevos ritmos. Por ser un combo y no una gran orquesta, Cortijo con su estilo hacía la diferencia y entró con todas en el gusto bailable de este Caribe. Barranquilla no se quedó atrás y también fuimos pioneros en aprender a bailarlo.
Los éxitos de Cortijo llegaron por estas costas en los sesenta, aunque ya la trayectoria de este grupo venía de los años 50, con los trabajos musicales El alma de un pueblo y Baile con Cortijo y su combo. En nuestros populosos barrios Abajo, Montecristo y Rebolo, los bailadores hacían sus pininos con la bomba y la plena. ¿Quién no recuerda y bailó Quítate de la vía perico, María Conchita e Ingratitudes, en la voz del sonero mayor Ismael Rivera y con el inconfundible coro donde sobresalía la primera voz de soprano de Eddie Pérez, la Bala, que además era saxofonista? No se quedaban atrás en la ejecución de sus instrumentos y sin olvidar a Roberto Roena, Miguel Cruz, Héctor Santos, Milton Quiñones, Kito Vélez y Sammy Ayala, entre otros que pasaron por Cortijo y su Combo. Hace poco reciclaron La llave, que también fue éxito de los 60 y poco programado y bailado. El Pekín y El Boricua, estaderos de moda de la época, fueron testigos de estos acontecimientos musicales y bailables. Recordar es vivir, y Barranquilla, epicentro bailable y de una época que se fue y no quiere volver, pero esta música sigue viva y disfrutándose. Pregunte por los grandes coleccionistas barranquilleros y verá.
Por Pablo Romo Romo
romoromop@hotmail.com