Con el fin de aportar argumentos a la polémica de la conveniencia del descargue en fondeo, me permito plantear las siguientes consideraciones. Claramente hay dos intereses en juego: el de la Nación que vela por incrementar la navegación por el Río Magdalena y el de Barranquilla que vela por aumentar los volúmenes de carga para sus puertos.
Lo sano de la discusión es la evaluación a la está siendo sometido el tema porque es claro que el sistema tiene sus pros y sus contras. Lo importante es evaluarlos conociendo las experiencias de decenas de puertos que lo han establecido en el mundo y establecer los controles desde un principio.
Cormagdalena y el Ministerio del Transporte como es de esperarse, estarán pensando como Nación en los beneficios para todos los puertos fluviales a lo largo del Río Magdalena. Barranquilla se encuentra defendiendo los intereses de las veintidós concesiones que podrían verse afectadas por una reducción en la carga.
La pregunta es si existe una solución gana-gana para ambas partes. Me atrevo a sugerir una: que se autorice el descargue en fondeo solo como ‘Aligeramiento de carga’. Es decir que se permita en buques que tengan destino final alguno de los veintidós puertos asentados en la desembocadura del río Magdalena (Barranquilla). Luego el tiempo dirá si es conveniente permitirla para buques con carga exclusiva destinada a puertos Magdalena arriba.
Camilo J. Manotas B.
camilomb@yahoo.com