Compartir:

Como algo excepcional no puedo menos que calificar que las salas de cines de la ciudad se esté presentando simultáneamente estas dos películas, tan acostumbrados como estamos que en nuestra cartelera se exhiban películas de bajísima calidad, que al parecer tienen mucho acogida en el grueso público, tales como las que tienen que ver con vampiros, zombis y otras especies parecidas a estas, por lo que afortunadamente los amantes del buen cine debemos estar de plácemes por la exhibición de estas dos cintas.

El Gran Gatsby es una adaptación de la novela clásica de la literatura norteamericana, escrita por F. Scoott Fitzgerald, y que varias veces ha sido llevada a la pantalla del cine, algunas veces con éxito y otras veces no.

Este filme retrata los glamurosos años 20 de la sociedad norteamericana, época pomposa, de riqueza y de ganancias de Wall Street, en que las fiestas suntuosas y el desenfreno fueron el parámetro de la vida norteamericana en esos años, que en el trasfondo es narrada en segunda persona por el personaje New Garraway (Tobey Maguire-El Hombre Araña), que ventila el amor infiel, desventurado y trágico de los personajes que interpretan, de la mano del director Baz Luhmann los adores Leonardo Dicaprio y Carey Mulligan, cuyo drama amoroso y pasional tiene como epílogo la tragedia.

Paralelamente en Anna Karenina vamos a encontrar también en el retrato de la alta sociedad rusa de finales del siglo XIX, una versión tomada del clásico de la literatura universal de Leon Tolstoi, que describe la historia de amores imposibles, pasiones descontroladas, en el que la infidelidad el deshonor y la muerte trágica son el hilo conductor de esta cinta interpretada por Keira Kneigtley y Aaron Johsua a quienes se le une Jude Low que le dan con su actuación relieve a esta película.

Por ello debemos señalar que sin ser dos cintas excepcionales del séptimo arte, es recomendable ver, porque plantean el paralelismo de la histona de amores apasionados, intrigas y tragedia.

Valmiro De la Hoz Cantillo

Abogado