El 18 de febrero, día de la Batalla de Flores, fue fatídico para mí y para mis 19 invitados que habían venido desde Australia, Alemania, Costa Rica y de Estados Unidos a celebrar el famoso Carnaval de Barranquilla. Era la primera vez de ellos en Colombia, ya habían recorrido Cartagena y vinieron fascinados de todo, hasta llegar al Carnaval fue cuando todo se vio negro.
Habíamos comprado boletas para el palco Metropalco Bacano, al llegar allí el caos era total, la multitud reclamaba entrar a su respectivo palco con boletas y todo, y los supuestos empleados de logística solo dejaban pasar a quienes les dieran dinero, porque eso se vio palpable. A nosotros nos maltrataron y las mujeres de mi grupo fueron ultrajadas por la multitud, y a uno de mis amigos le robaron su billetera con dinero y documentos; esto estuvo a un punto de una estampida que casi produce hasta muerte, había niños y mujeres que lloraban, el caos reinó hasta que pudimos de cierta forma salir del tumulto. Incluso llamaron a la Policía y yo estaba presente cuando los policías les exigían a los del equipo de trabajo que se comunicaran con el dueño del palco para que diera la cara y solucionara el problema; fue un episodio tenebroso, y la imagen que todos mis invitados se llevaron fue la peor, tanto que de inmediato quisieron irse y así lo hicieron.
No obstante, yo me quedé con 5 de ellos a ver cómo nos iba al día siguiente. Nos levantamos super temprano y allí entonces vimos las cosas diferentes: ya había presencia policial y se manejaba mejor la situación, con un poco más de orden, pero al final fuimos estafados ya que el famoso palco se vendía con grupo de musica papayera, la cual brilló por su ausencia, definitivamente, un total fracaso, la imagen del Carnaval esta vez empañada por gente inescrupulosa que solo le importa sacar dinero sin pensar en las consecuencias ni importarle el bienestar del público.
De hecho, este grupo de extranjeros se llevan la peor imagen del Carnaval, y seguro que es mala publicidad para un evento que es competitivo a nivel mundial por su reconocido jolgorio y colorido. Esperamos que las autoridades respectivas tomen cartas en el asunto para que los inescrupulosos dejen de lucrarse y vender desaforadamente para al final no cumplirle al público.
Juan Plaza
C.c 73096036, de Cartagena