El desafortunado episodio de la ilustradora barranquillera Geraldine Fernández, quien había supuestamente elaborado más de 25 mil fotogramas para la cinta ‘El niño y la garza’, reciente ganadora del Globo de Oro a Mejor película animada, lo cual resultó no ser exactamente así, según ella misma admitió, nos deja lecciones importantes para nuestro ejercicio periodístico.
{"titulo":"El engaño de la ilustradora Geraldine Fernández a los medios colombianos","enlace":"https://www.elheraldo.co/sociedad/el-engano-de-la-ilustradora-geraldine-fernandez-los-medios-colombianos-1062827"}
Al margen de las razones que llevaron a la joven a mentir sobre su participación en la producción cinematográfica del prestigioso director japonés Hayao Miyazaki, del Studio Ghibli, y frente a las cuales no tenemos ninguna opinión porque hace parte de su ámbito personal o privado, sí es imprescindible reconocer, por respeto a nuestras audiencias digitales y de la edición impresa, que no actuamos con toda la rigurosidad que este oficio nos exige como medio de comunicación.
Por lo tanto, les ofrecemos excusas. Indudablemente, cometimos un error que en ningún caso intentamos ahora justificar, pese a que no fuimos los primeros en publicar la información. Pero, sí es cierto que de alguna manera esta tuvo su origen, por un lado, en nuestro indeclinable propósito de destacar el trabajo de los artistas barranquilleros. Y, por otro, en la confianza que la profesional nos generaba al haber sido parte hace años de esta casa periodística. Incluso, en su portafolio pudimos establecer que tiene material de uno de nuestros ilustradores.
{"titulo":"Sí participé, pero exageré en muchas cosas: Geraldine Fernández","enlace":"https://www.elheraldo.co/sociedad/la-ilustradora-geraldine-fernandez-hablo-con-el-heraldo-sobre-la-polemica-con-su"}
Confiamos en la palabra de Geraldine, en la información que ella misma nos suministró en la entrevista realizada por uno de nuestros periodistas, en los bocetos que nos enseñó y en la gran cantidad de detalles que aportó sobre su estrecha relación con el estudio japonés y con el propio maestro Miyazaki. Su argumentación fue tan estructurada que nos resultó bastante convincente.
Ciertamente pudimos hacer mucho más para tratar de verificar o de contrastar lo que nos decía. Dimos por seguro algo que no era, cometimos un error y nos queda de enseñanza. Sin duda, estamos consternados por lo sucedido, sin embargo también tenemos claro que es un momento para acrecentar el nivel de nuestro pensamiento crítico, una tarea que a todos nos debe ocupar con insistencia en el propósito de enriquecer nuestro noble oficio del que aprendemos a diario.
Gracias a quienes con sus puntos de vista han enriquecido esta necesaria reflexión sobre la labor que desempeñamos los medios de comunicación. Lo que ha sucedido vale para todos. Acatamos sus recomendaciones, también sus señalamientos, que nos alientan a ser más críticos, a cuestionar en profundidad y a no dar nada por sentado sin comprobaciones mucho más estrictas que las que solemos efectuar. Fortaleceremos los filtros o controles frente a las informaciones.
Lección aprendida. Como hemos señalado en ocasiones anteriores, el rigor, tanto en contenido como en la forma, deben ser nuestra impronta en EL HERALDO. Excusas, una vez más. ¡Contamos con ustedes! Gracias por ser nuestra razón de ser, por interactuar de manera permanente con nosotros. Los puntos sobre las íes, una construcción conjunta, para hacer mejor nuestro trabajo


