
Los dientes de leche acompañarán a los niños durante varios años, de modo que conviene cuidarlos desde que empiezan a salir para tener una correcta salud dental desde la infancia.
Lavarse los dientes después de cada comida principal y antes de acostarse. En el caso de los bebés, no acostumbre a dormirlos con el tetero.
Deje que el niño vaya participando en la higiene bucal según su edad, pero los padres deben estar supervisando e indicando la forma correcta del cepillado.
Se debe acudir a revisiones periódicas con su odontopediatra, al menos una vez al año.
No utilizar pasta dental de adultos para los niños, pues contiene una cantidad de flúor excesiva para los pequeños. En los niños menores de seis años este exceso de flúor podría provocar anomalías de la cavidad oral, aparición de manchas, incluso con efectos a largo plazo.
Es aconsejable pasarle el hilo dental por las noches, sobre todo entre los molares puesto que es la zona más propensa a la aparición de caries en los niños y el cepillo no llega a limpiar esta zona de forma adecuada.
No abusar de los dulces, ni de bebidas azucaradas como gaseosas o refrescos. Cuando se tomen, mejor que sea en casa, donde pueden lavarse los dientes tras la ingesta y contrarrestar los efectos nocivos de estos azúcares.
Para deportistas
Si los niños realizan deportes de contacto o riesgo, deben utilizar un protector bucal para evitar fracturas o lesiones. Si se ha producido una lesión en los dientes hay que realizar un seguimiento para prevenir complicaciones.
Por: Lissette Mendoza Narváez