
Cuba inició hoy su primer censo de la última década y bajo el Gobierno de Raúl Castro con la expectativa de actualizar sus datos y hasta determinar cómo pueden haber influido en la población algunas de las recientes reformas emprendidas en la isla.
La encuesta de población y vivienda se aplicará simultáneamente en todo el país hasta el próximo 24 de septiembre con un formulario muy similar al de 2002, y en medio de críticas de activistas LGBT porque no se contará a las parejas homosexuales.
En la mañana de este sábado más de 55.000 estudiantes que trabajarán como encuestadores salieron a las calles portando las credenciales de los censistas y un uniforme consistente en camiseta, gorra y bolso, que lleva estampado el símbolo oficial del censo.
Las autoridades designaron para esa tarea a estudiantes de nivel preuniversitario y universitario que deberán visitar como promedio unas ocho viviendas diarias, según confirmaron hoy a Efe varios encuestadores.
El proceso incluye además a miles de "supervisores" para controlar y asesorar el trabajo de los censistas en todo el país, que ha sido dividido en 1.578 áreas.
El arranque oficial de la consulta tuvo lugar en la medianoche del viernes con un acto en la sede de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), al que asistió el vicepresidente cubano, Marino Murillo, según informaron medios oficiales.
En los últimos días la prensa cubana ha divulgado detalles del censo y la ONEI, institución encargada de elaborar el cuestionario y organizar la investigación, ha insistido en que los testimonios de los entrevistados tendrán carácter "estrictamente confidencial".
Al igual que en la encuesta aplicada en 2002, este censo indagará sobre la cantidad y distribución territorial de la población, su composición por sexo y edad, color de la piel, nivel educacional, situación laboral y estado civil o conyugal.
También repiten otros indicadores relacionados con el total y tipo de hogares y de familias, la cantidad de viviendas, sus afectaciones y equipamiento.
La consulta actualizará los datos recopilados antes de que en 2006 Fidel Castro delegara el poder por problemas de salud a su hermano Raúl Castro, quien ha emprendido un proceso de reformas económicas y sociales para "actualizar" el socialismo cubano y superar la aguda crisis que arrastra el país.
Desde entonces han aparecido nuevas "variables" en la vida de la isla: una tímida apertura al sector privado, reducción de las abultadas plantillas estatales, medidas para reactivar la producción de alimentos y leyes que eliminan antiguas prohibiciones como la compraventa de viviendas y coches entre particulares.
El impacto de algunos de esos cambios podría reflejarse en la pesquisa que, por ejemplo, introduce indagaciones puntuales sobre las diferentes fuentes de empleo existentes en el país.
También se añaden preguntas sobre cómo se elimina la basura de las viviendas y los títulos académicos de postgrado de los profesionales.
En el apartado del equipamiento de los hogares, se agregan algunos aparatos cuya comercialización estaba prohibida en 2002, como teléfonos móviles, reproductores de DVD, hornos microondas y duchas eléctricas.
EFE