A las 11 de la mañana el primer avance de la Minga arribó al Coliseo de Deportes al occidente de Bogotá, donde fue recibida por la alcaldesa Claudia López. Esa primera avanzada permitió que tanto los funcionarios del distrito como de los integrantes de los indígenas le bajaron el tono a los rumores de disturbios.
La mandataria distrital dijo que 'le damos la bienvenida a nuestros hermanos de la Minga, respetamos su llegada pacífica, y con ellos vamos a acordar como serán sus recorridos por la ciudad que los acoge como buenos anfitriones. Aquí no hay disturbios ni escándalos, solo debemos respetar que se expresen libremente como todos los colombianos'.
Asimismo, López expresó que 'aquí se les va a brindar seguridad y a respetar, esta es la capital de todos y somos garantes de todas las voces'.
Esta ocasión de saludo, fue aprovechado por la alcaldesa para lanzarle dardos al Gobierno: 'a pesar de la falta de colaboración del Gobierno con la ciudad en materia de seguridad, insisto que la ciudadanía de Bogotá es plural, nueve de cada 10 marchas que se hacen en la capital son contra el gobierno. Pero eso no importa, aquí atendemos a todos'.
Aida Quilcué Vivas, Consejera de Derechos Humanos y Paz de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), dijo que 'la Minga va a respetar y desplegarse pacíficamente en Bogotá. Esto es de carácter político pero el Gobierno no puede decir que ha cumplido todo. Nosotros decidimos que en esta Minga no vamos a hablar sobre lo reivindicativo de los acuerdos porque habría mucho que discutir. Sin embargo lo político tiene que ver con la vida, la paz, el territorio y la democracia'.
Para la permanencia de la Minga la alcaldía dispuso el espacio del Palacio de los Deportes con todas las medidas de bioseguridad garantizadas con puestos de desinfección, lavado de manos y baterías sanitarias. También cuenta con una carpa para prestar servicios médicos, lugares para la toma de muestras de Covid-19 y zonas de aislamiento preventivo para quienes presenten síntomas asociados al coronavirus.
De otro lado, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), envió un mensaje a la Minga y señalo que 'nos comprometamos en la tarea de crear conciencia social acerca de la realidad de los pueblos indígenas y sus innumerables valores, impulsemos el reconocimiento pleno de sus derechos individuales y colectivos, y los acompañemos especialmente en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones propias, la defensa de sus territorios, el acceso a la educación intercultural y el ejercicio de sus derechos ciudadanos'.
Reafirman la necesidad de crear una verdadera cultura del encuentro fraterno 'que nos permita abrirnos a los hermanos, descubrir la riqueza de la diversidad, sanar heridas, tender puentes y abrir caminos para la convivencia en la justicia y en el bien común'.