El proceso de paz de La Habana, Cuba, volvió a enfrentar en Colombia al presidente Juan Manuel Santos y al procurador Alejandro Ordóñez Maldonado.
El primero que cuestionó el desarrollo de las conversaciones entre la guerrilla de las Farc y el Gobierno fue el Procurador, que dijo que estaba 'perplejo' sobre el presunto viraje que dio Santos y que, según él, se evidenció con la salida del general en retiro Jorge Enrique Mora Rangel, de la mesa de negociaciones. Ordóñez dijo que se trataba de una exclusión que 'generaba desconfianza' y que afectaba la transparencia del proceso.
No pasaron muchas horas para que el presidente Santos respondiera a esta opinión del Procurador, que tuvo impacto mediático.
El Mandatario aprovechó su intervención en el Congreso Nacional Municipios, en esta ciudad portuaria, para decirle al Jefe del Ministerio Público que dejara de hacer política con el tema de la paz, que dejara de mentirle a la opinión pública y le recordó que las negociaciones en La Habana eran responsabilidad de él, como Presidente.
Santos se refirió también a una columna de opinión, publicada este viernes en las páginas editoriales del diario capitalino El Tiempo, y dijo que había sido escrita por una persona que antes era 'santista 100%' y que luego de descubrir que este columnista tenía un contrato con su Gobierno y de habérselo cancelado por razones éticas, el periodista 'se volvió antisantista'. Agregó que ahora el columnista se dedicaba a escribir contra el proceso de paz.
Sostuvo que lo escrito este viernes en el periódico se basa en mentiras como la supuesta reducción de las Fuerzas Armadas y la entrega de territorio en el campo a las Farc, una vez se firme el acuerdo del fin del conflicto.
Aunque no dio su nombre, el Jefe de Estado se refería al periodista y escritor Plinio Apuleyo Mendoza, quien publicó este viernes la columna titulada '¿Callejones sin salida?'.
Santos dijo a los alcaldes del país reunidos en el Centro de Convenciones de Getsemaní, en su congreso, que contribuyeran a que las mentiras que se dicen sobre las negociaciones para alcanzar la paz no se propaguen y terminen haciendo daño a este proceso que busca terminar una guerra de más de 50 años.