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Bogotá. Luego de una diligencia de cuatro horas ante un funcionario de la Fiscalía, el cantante y compositor Jorge Oñate se despidió cantando el vallenato de Héctor Zuleta Díaz: Me deja el avión.

La canción fue coincidente con su afán por llegar al aeropuerto tras el interrogatorio que él mismo solicitó por la investigación que lleva el ente acusador por el asesinato de su primo Efraín Ovalle, exconcejal de La Paz, ocurrido en este municipio del Cesar el 25 de febrero del 2012.

En vista de la reserva del caso, tanto el artista como su abogado Hernando Bocanegra, no revelaron detalles sobre el trámite de la diligencia.

'Vengo con la voluntad de Dios, con la conducta y la moral que siempre he ofrecido al mundo y a los seguidores de la música vallenata. Soy inocente', dijo el artista disculpándose por no explayarse en sus apreciaciones en virtud a que debía viajar a atender un compromiso profesional.

Insistió en que él mismo solicitó ser escuchado por los investigadores, a raíz de los señalamientos hechos por algunos testigos que lo vinculan como presunto determinador de la muerte del citado político.

El intérprete, conocido como ‘el Ruiseñor del Cesar’, y que iniciara su carrera en la década de los sesenta, ha sido mencionado por Efraín Ovalle Arzuaga, hijo de la víctima, dentro del proceso que se lleva por esta muerte.

Ovalle Arzuaga acusa a 'los Oñate' de fraguar la muerte de su padre porque este no apoyó la candidatura de Nancy Zuleta, esposa del artista, que aspiró a la Alcaldía de La Paz en las elecciones del 2011.

Precisamente la hipótesis de móviles políticos es la que en principio manejan las autoridades, en un proceso por el que ya hay varias personas capturadas, entre ellas Victoria Mendoza Zuleta, funcionaria del CTI en el Atlántico; Orlando Segundo Mendoza Zuleta, exconcejal de La Paz y el ganadero y comerciante de gasolina Armando Gnecco Vega, sobrino del vocalista.

Al atender el requerimiento de EL HERALDO, el abogado Bocanegra aclaró que su defendido no está vinculado al proceso, que técnicamente la diligencia adelantada se llama interrogatorio y que este fue programado por petición que hiciera voluntariamente el cantautor natural de La Paz.

El jurista Bocanegra no hizo referencia a la reciente orden de captura dictada por un juez de control de garantías en contra del artista, y su reversazo.

Frente al aspecto jurídico, tanto el abogado como el artista, se limitaron a decir que les había ido bien en el interrogatorio, y que acudirán puntualmente el próximo 23 de septiembre para terminar de resolver las inquietudes de la Fiscalía.

'Están tejiendo un montaje en mi contra', aseveró ‘el Jilguero’ en alusión a 'quienes quieren entristecer su canto'.

Un experto de la Fiscalía aclaró que Oñate solo sería vinculado al proceso si al culminar el interrogatorio el fiscal que adelanta la investigación, con base en la información recopilada, encuentre méritos para decidir una medida de imputación de cargos en contra del hombre que con su voz ha plasmado memorables canciones del folclor vallenato como Berta Caldera, Mi gran amigo, No comprendí tu amor y más recientemente, La aplanadora, cuyos versos entonó a su arribo a la Fiscalía y que preciso emulan, según sus palabras, la tranquilidad por saberse inocente.

Jorge Oñate, protagonista de épocas gloriosas de la expresión del Valle de Upar junto a los hermanos López, Colacho Mendoza, Juancho Rois, Álvaro López y Cristian Peña, despidió al tropel de periodistas anunciando que 'se iba a buscar la yuca', y que así como se ha inspirado para escribir temas del calibre de Te quiero más que a mi vida y Amor de quinceañera, seguro cuando todo pase 'saldrá un vallenato'. 'Quisiera hablar con ustedes una hora, pero me deja el avión'. Y el ruiseñor voló.