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Bogotá. Un carpintero colombiano se libró de la extradición a Estados Unidos después de pasar casi seis meses preso por un error de las autoridades de ese país que lo acusaron de liderar una red de lavado de activos relacionados con el narcotráfico.

El insólito caso de Ariel Josué Martínez Rodríguez, padre de familia y con problemas epilépticos, llamó la atención de la prensa y las autoridades colombianas después de que sus familiares y amigos de San Vicente del Caguán, y hasta el párroco de esa localidad del sureño departamento del Caquetá, denunciaran la 'injusticia' cometida.

Martínez, de 43 años, fue detenido el 18 de marzo pasado en su casa en San Vicente del Caguán, y enviado a la cárcel de La Picota en Bogotá, acusado por una Corte del Distrito Sur de la Florida (EEUU) del delito de lavado de dinero producto del narcotráfico. Según dijo Martínez a La F.m., desde la cárcel, cuando fue detenido, los agentes le dijeron que la justicia de Estados Unidos lo pedía 'por lavado' de activos, un término que asegura desconocer.

En su lucha por la presunción de inocencia, pidió al presidente Juan Manuel Santos que lo investigaran 'bien' pues es una persona común y corriente, con unos ingresos mensuales del orden de 800.000 pesos.

Ante la polémica suscitada, la Fiscalía solicitó a las autoridades judiciales de Estados Unidos la revisión del expediente de Martínez y anunció que el Departamento de Justicia de ese país retiró la orden de extradición que pesaba sobre el carpintero tras reconocer que se trató de un error.