La ola de calor que ha castigado Europa durante las últimas fechas da muestras de agotamiento aunque deja tras de sí una secuela catastrófica de incendios forestales que han quemado varios cientos de miles de hectáreas en el viejo continente.
El país más afectado es España, donde la ola de calor terminó formalmente a comienzos de semana, pero el Gobierno ha reconocido una cifra de 70.000 hectáreas calcinadas solo hasta el 10 de julio, si bien las estimaciones del organismo europeo EFFIS, basado en las imágenes vía satélite de Copernicus, afirman que únicamente en las últimas 24 horas se quemaron 10.000 hectáreas más.