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El Ministerio Público (MP) de Venezuela confirmó ayer y elevó a 11 las muertes ocurridas durante los 'hechos de violencia' que se produjeron entre el jueves y viernes en la parroquia popular El Valle, en el oeste de Caracas, donde también otras seis personas resultaron heridas.

Medios locales aseguraron ayer que al menos ocho personas fallecieron la noche del jueves al participar en un saqueo en una panadería de la parroquia El Valle y que tres de ellas por disparos de bala.

Habitantes de ese sector de la capital del vecino país describieron los disturbios como una batalla campal que duró hasta la madrugada, con tiroteos, saqueos y enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.

En un hospital de maternidad, cerca de medio centenar de niños debió ser evacuado en medio del caos, bajo nubes de humo de barricadas de desechos y gases lacrimógenos.

Camiones antimotines dispersaron con gases pequeñas protestas de personas que bloquearon vías. Uno de esos vehículos fue parcialmente incendiado con cócteles molotov lanzados en medio de la oscuridad, según videos de habitantes de la zona.

El PM 'comisionó al coordinador de Delitos contra las Personas y los fiscales 40° y 121° del Área Metropolitana de Caracas (AMC), Favio Faoro, José Ernesto Graterol y Tulio Vásquez, respectivamente, para investigar la muerte de 11 personas y las heridas causadas a otras seis' durante 'hechos de violencia' en El Valle, dijo la Fiscalía en un comunicado.

Efe constató en el lugar de los hechos que funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC)venezolano llegaron a la panadería para levantar los cuerpos.

En ese sentido, la Fiscalía indicó que también se investigarán 'los daños ocasionados a establecimientos comerciales' ubicados en las parroquias El Valle y El Paraíso, donde también se produjeron protestas.

Tres semanas de violencia

La Fiscalía confirmó además el fallecimiento, en la noche del jueves, de un hombre en el popular barrio Petare, este de Caracas, según la alcaldía local ocurrida en una protesta, con lo que suman 20 las víctimas mortales desde que iniciaron las manifestaciones el 1 de abril.

El gobierno y la oposición se responsabilizan mutuamente del desborde de la violencia, que deja además cientos de detenidos y heridos.

Según el gobierno, bandas armadas 'contratadas por la oposición' atacaron el hospital materno infantil, pero sus adversarios sostienen que el desalojo se debió a los gases lanzados por la policía militarizada para controlar los disturbios.

Pero el líder opositor Henrique Capriles responsabilizó 'a la cúpula madurista, con sus esbirros, con sus grupos paramilitares', por ordenar 'una represión salvaje'.