Seis meses completó la guerra que desató Rusia en territorio ucraniano y al día de hoy no se avista una solución pacífica para frenar el conflicto y detener el efecto bola de nieve que ha venido escalando a nivel internacional, especialmente entre oriente y occidente.
En este panorama, que ha dejado hasta el momento 5.587 civiles fallecidos, entre estos 362 niños, y 7.890 heridos de parte de Ucrania, expertos coinciden en que el futuro no es alentador para el país, cuya disputada región del Donbás se ha convertido no solo en el campo de batalla, sino en el cementerio que seguramente no se podrá recuperar.