El Heraldo
Adriana Ricardo
Mujer M

Adriana Ricardo: “La televisión actual se muestra floja”

La actriz cordobés, reconocida por su papel en ‘Diomedes, el cacique de la junta’, se encuentra recibiendo clases de actuación y entrenando en casa.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp

Vivir bajo la sombra de algunos personajes es algo contra lo que la actriz Adriana Ricardo ha ‘batallado’ durante su carrera actoral. Por ejemplo, representar papeles de personas de edad avanzada le ha puesto sobre sus hombros la cruz imaginaria de quienes le suman más años, algo que como ella misma lo afirma, le “resbala”.

Dice con su característica espontaneidad que “la edad la da la actitud”, por lo que a diario trata de recargarse de “una vibra agradable”, además de mantenerse activa tratando de “ocuparse y no preocuparse”. 

También, de vez en cuando, aprovecha su tiempo libre, el poco que le queda, para autorretratarse con su celular y lograr fotografías como las que hoy les compartimos en esta edición de Revista M!ércoles.

Su rostro es familiar para muchos. Empezó a figurar en la televisión colombiana tras su participación en la producción ‘Escalona’ (1991), sin embargo sus inicios en las artes se dieron en el grupo de danza folclórica de Montería (Córdoba) a los tres años de edad. Con ellos estuvo hasta los 12.

“Con el grupo representé a Córdoba en muchas partes y después de eso hice teatro. Llegué a Bogotá con la idea de estudiar baile con Sonia Osorio, así que me entrevisté con ella, pero en ese momento se tenía que ir de gira por el mundo durante dos años. Para matar el tiempo, en la pensión en la que vivía me encontré con una monteriana y con ella decidí empezar a estudiar Actuación”.

Hizo sus pinitos en la serie ‘La U’, en la que interpretaba a Carlota, una estudiante de Comunicación Social. Esta experiencia trajo consigo otras producciones como ‘¡Quieta, Margarita!’ y ‘La de los tintos’, por mencionar solo dos. En medio de ese arranque fueron llegando a su vida personas reconocidas del medio, como los directores Sergio Cabrera y Bernardo Romero Pereiro.

“Luego de trabajar con Sergio y Bernardo llegó a mí el seriado ‘Escalona’. Inicialmente iba a ser Paulina, pero terminé siendo Desideria (...) recuerdo que antes no existían los castings, por lo tanto, los directores se encargaban de preguntarles a los actores si les interesaba tomar X o Y papel, y salía  todo de maravilla. Hoy día a las personas las preparan para una audición y, aunque sean seleccionados, a veces no pueden con el papel porque el casting no determina si logras o no hacerlo. Se volvió una moda que todo lo determinan por esta vía, pero vemos cómo esto influye en una televisión que en la actualidad se muestra floja”.

Señala que ‘Escalona’ fue una de las novelas de la época que paralizó la Costa Caribe, sobre todo porque en la vida real fue —en sus palabras— un personaje macondiano que sobresalía en todos los estratos sociales por sus canciones y sus poesías. Agrega que parte del auge de esta serie “mítica” se dio gracias a la participación acertada de todo su elenco que supo meterse en la piel de cada personaje.

“Si publico una foto de Escalona en mis redes los comentarios se disparan y muchos expresan que desean que esta se repita porque su historia es maravillosa (...) en la profesión empezaron los realitys y estos fueron desplazando un poco el gran número de producciones que teníamos, con los que Colombia se destacaba porque hacía una televisión encantadora, costumbrista y llena de idiosincrasia, pero de repente todo esto cambió y por eso el resultado es diferente”.

Adriana Ricardo

Adriana, a quien le confrontan las injusticias, sigue reapareciendo en la retina de muchos colombianos que disfrutan la repetición de las novelas ‘Chepe fortuna’, en la que personifica a Asunción Cabrales; y ‘Diomedes, el Cacique de La Junta’, en la que le da vida a Elvira Maestre, progenitora del célebre músico guajiro. Este hecho le podría generar más entusiasmo si —como bien lo explica— recibiera una remuneración.

“Sé que es un trabajo que uno hace con mucho cariño, pero yo soy muy aterrizada, soy una persona como cualquier otra y mi trabajo vale, así que sé que todos los empleos representan un lucro y cuando a ti te repiten un proyecto en Colombia no hay regalías de ningún tipo (...) y me parece bien que muestren lo nuestro antes que los enlatados, pero sería mejor si hubiese un estímulo para los actores”.

Adriana no vive de la fama, pero sí la ha disfrutado. Cree firmemente que esta es un regalo de la profesión, un fruto del trabajo bien hecho, representado en el cariño de la gente. A pesar de ello, y con los pies en la tierra,  considera que el entretenimiento es una industria “que debe producir” ingresos para que todo el gremio, incluidos los actores, puedan subsistir.

Según explica ningún personaje la ha marcado. Cuando ha tomado alguno lo ha asumido con todos sus retos y se ha dedicado a su construcción, poniéndole su amor, y suspirándolo como si fuera una vida alterna a la de ella.

Tomar las vestiduras de Elvira Maestre, madre de Diomedes Díaz, no fue tan sencillo  debido a la naturaleza real del personaje. Su creación fue un trabajo que llevó a cabo en equipo, cuidando  cada detalle y respetando la figura “de una mujer que es un ejemplo a seguir, valiente, fuerte, con grandeza y mucha pujanza”.

Hacer papeles que le demanden otros acentos no le genera complicación, pues asegura que cuenta con la formación para hacerlo. Aun así, ser oriunda de la Región Caribe la ha llevado a que muchas personas de la industria la encasillen en los personajes costeños.

“Esto me ha generado algunos conflictos porque no solo puedo quedarme haciendo personajes de la costa hablando ‘recosteño’ (...) mostrarme como Elvira Maestre también me llevó a representar una edad muy avanzada, cuyos años pesan porque al hacer un personaje como el de ella la gente cree que uno tiene la edad y esto es lo que pasa con la televisión colombiana, en vez de verlo como un gran logro. A partir de ahí le toca a uno luchar con todo eso, manejar una imagen que diga: yo soy esta y puedo hacer personajes conformes a mi edad, así que no me pongan de abuela o de tatarabuela cuando apenas soy mamá de una joven de 17 años, Valentina”.

Mantenerse en la inercia no es lo suyo. En cuarentena, que la tomó fuera de su casa (en Bogotá) y que ahora la sobrelleva en Santa Marta (Magdalena), ha aprendido —haciendo uso del internet— a coser, hacer pan, y a tener muchos cuidados con su cabello. También ha recibido clases de actuación, francés e inglés.

“De lunes a sábado, en horas de la mañana, también hago meditación, luego entreno con la ayuda de las clases online dirigidas por Silvana Araujo, y por mi parte hago estiramientos y relajación. Con todo esto he podido estar juiciosa porque antes no entrenaba lo que ahora sí; creo que podía mantener mi físico gracias a mi genética”.

Su parte emocional —asegura— la mantiene equilibrada, teniendo claro qué es lo que la hace feliz, y dejando de lado los sentimientos negativos.

“La cuarentena nos ha servido para reencontrarnos con nosotros mismos sin máscaras, vernos a través del espejo y gustarnos, amarnos y mejorarnos. También nos ha permitido dedicarle más tiempo a la familia y a los amigos que saben quererte de forma natural (...) estoy evaluando la posibilidad de empezar a hacer yoga”.

Asimismo se encuentra desarrollando un proyecto que, de momento, solo puede compartir que no guarda relación con la actuación.

 “Yo soy de las que pienso que en este oficio hay que estar preparado para hacer de todo y como actriz no resisto que me quieran encasillar en algo que solamente para algunas personas sirvo porque mentalmente me afectan, pues sé para qué sirvo. En esto he tenido conflictos y por eso estoy pensando en trabajar en otras cosas, aunque no dejaré la actuación”.

Antes de la pandemia visitaba Montería con gran frecuencia, debido a que su madre está afincada en la capital de Córdoba. De allá extraña sus idas a la finca, montar a caballo, tomar leche recién ordeñada, así como visitar el mar y a sus amigos de crianza.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
DETECTAMOS QUE TIENES UN BLOQUEADOR DE ANUNCIOS ACTIVADO
La publicidad nos ayuda a generar un contenido de alta calidad
No quiero apoyar el contenido de calidad
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.