El Heraldo
Orlando Amador
Mi mejor amigo

Don Julio: el amor canino de Daniela Guerrero

La cartagenera de 29 años es diseñadora industrial y hace cinco años se dejó contagiar por el amor de un salchicha ‘teckel’ pelo largo.

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A la cartagenera Daniela Guerrero no le gustaban los perros, pero su novio y ahora actual esposo es un apasionado por estos animales, así que su amor hacia ellos lo quiso infundir en su novia, en 2015.

“Giuseppe siempre me mostraba fotos de perritos y yo siempre decía —este es muy grande, este hace mucho desorden —pero finalmente me mostró la raza del perro salchicha teckel pelo largo y me gustó”.

A pesar de que a Daniela le había gustado aquella raza, todavía no concebía la idea de tener una mascota, pero su novio como regalo de seis meses de relación la sorprendió con el pequeño animalito. Sorpresa que —cuenta— no fue de su total agrado en aquel instante porque era una responsabilidad muy grande y además no quería que su espacio se desordenara, pues nunca había tenido mascotas. Sin embargo, recalca que fue “amor a primera vista”.

Don Julio, como llamaron al salchicha teckel, se convirtió en el fiel amigo de Daniela y su esposo, quienes hace nueve meses se convirtieron en los papás del pequeño Lorenzo, quien ahora es el principal amigo humano de la mascota.

“Don Julio se preocupa mucho por Lorenzo, tanto que él duerme con nosotros y el bebé en su habitación y apenas nos despertamos quiere ir a ver cómo está. Si llora se pone como en signo de alerta. De verdad se quieren mucho y Lorenzo definitivamente lo ama y todo el tiempo quiere jugar con él”.

Aunque físicamente es pequeño Don Julio, es una mascota gigante en amor y esa es una de las razones por las que lleva su nombre, porque el fin de Daniela y su esposo era que se sintiera grande o “imponente”.

“Queríamos que las personas cuando escucharan su nombre se imaginaran a un perro grande con mucha personalidad y que cuando lo conocieran se enamoraran de él por su ternura porque él es muy especial”.

El canino que llegó como un  símbolo de amor a la vida de Daniela se convirtió realmente en eso. Afirma que ella puede describir a Don Julio en dos palabras: “amor y compañía”.

“En este tiempo de pandemia él fue una compañía enorme. Puedo decir que en todo mi embarazo estuve muy acompañada y llena de amor, especialmente de él que estuvo muy pendiente de mí y es algo que valoro mucho de los animales sobre todo de los perritos porque siempre están al lado tuyo, estés triste o feliz ellos están ahí”.

La cartagenera, que hace tres años vive en Barranquilla, asegura que su mascota es muy especial, tanto que es el último de su camada, motivo por el que siempre quiere estar acompañado y sus dueños no lo abandonan en ningún momento.

“Él tiene que estar siempre con alguien. No lo dejamos solo en la casa porque se deprime y no para de llorar hasta que alguien llegue. Así que vamos a todas partes con él, si vamos de viaje lo llevamos, si vamos al parque también, incluso buscamos restaurantes pet friendly para que él pueda ir o si no lo llevamos a su guardería de perritos”.

Aunque es muy amoroso Don Julio no ha contado con la fortuna de tener una ‘novia’. Su raza es muy poco común y no han conseguida una perrita para él. Según cuenta Daniela no es “conveniente” mezclar las tres razas de los salchichas.

Don Julio o  ‘Julito’, como lo llaman de cariño, cumplirá cinco años de estar en la vida de Daniela, quien se ha dedicado a quererlo, a cuidar de él y hacer crecer un lazo de amor ahora entre su hijo canino y su bebé Lorenzo.

Un recuerdo
La cartagenera tiene cinco años con Don Julio. Su hijo Lorenzo tiene nueve meses y es el mejor amigo de la mascota. Orlando Amador.

Daniela Guerrero recuerda con alegría el día que Don Julio conoció a su hijo Lorenzo. Al principio creyó que sería una situación compleja porque la mascota tendría que adaptarse a una nueva ‘personita’ en su hogar, pero resultó siendo todo lo contrario.

“Mis papás me contaron que la noche en que nació Lorenzo, Don Julio no durmió nada y pensamos en qué iba a pasar cuando conociera al nuevo integrante de la familia. Cuando llegamos a la casa se orinó por todos lados de la felicidad y no paraba de oler al bebé. A partir de ahí quería estar todo el tiempo pegado a la cuna. No hubo celos, creo que también fue amor a primera vista entre ellos”.

Momentos compartidos de Daniela con su familia y Don Julio. Redes sociales.
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