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Con ocasión de conmemorarse hoy el Día Internacional de las Montañas, establecido por las Naciones Unidas desde el 20 de diciembre del 2002, los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta reclaman de las autoridades gubernamentales y de la sociedad civil, acciones que propendan por la conservación de este ecosistema, amenazado por diferentes factores.

El cambio climático, la degradación de los suelos, la sobreexplotación, la deforestación y la misma naturaleza, han incidido en el deterioro, ante la mirada 'casi que indiferente del Estado'.

Eduardo Gil, líder de la comunidad Wiwa, sostiene que desde tiempos inmemoriales esta montaña es el hogar de muchos seres vivos y lugares sagrados donde espiritualmente se conectan con los ancestros para preservar la identidad, costumbres y memoria.

Sostiene que 'en la actualidad, tanto la deforestación como algunos externos, han puesto en peligro este ecosistema'.

'Para nosotros, el conservar la identidad y las prácticas culturales, es también cuidar de la madre Tierra, de donde todos venimos (...) De allí radica la importancia de proteger las costumbres y sistema de leyes internos para que la Sierra Nevada se siga cuidando', precisó.

Añadió que, además, 'el calentamiento global es un fenómeno que poco a poco ha ido cambiando las estaciones, las cosechas y la reducción de la cantidad de agua en la Sierra'.

'Creemos, que aun con ello, es la acción misma del ser humano la que puede cambiar esta realidad', puntualizó.

Acción conjunta

Para Tito Rodríguez, jefe del Parque Sierra Nevada, con los indígenas se ha venido trabajando de manera conjunta para fortalecer el ejercicio de protección del macizo, ejercicio a través del cual se ha podido notar que las zonas que son resguardos y áreas protegidas, en análisis técnicos, con imágenes satelitales, 'están en mejor estado de conservación que las otras'.

'Estos significa que la estrategia de conservación que proponen los pueblos indígenas bajo el ordenamiento ancestral del territorio, funciona', comentó el funcionario de Parques Nacionales.

Dijo, sin embargo, que la Sierra Nevada se encuentra amenazada y reveló que en su jurisdicción hay solicitudes y títulos mineros de exploración, megaproyectos e iniciativas de producción de monocultivos.

El deshielo

Por otro lado, un informe de la alta montaña del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam) y la Universidad Nacional (UN) sobre la proyección de pérdida de glaciares en Colombia, señala que la Sierra Nevada de Santa Marta, anualmente pierde 1,3 por ciento de su casquete de hielo.

El mismo estudio del Idean y la UN, analizado por el Sistema de Información de la Fundación ProSierra Nevada de Santa Marta, arroja que entre 1986 y 2002, la pérdida de hielo fue de 3,67 por ciento, lo que indica que de continuar así para 2040 la cobertura nevada 'dejaría de existir'.

Aunque es poco o nada lo que pueden hacer para detener este fenómeno natural, por lo menos se debe detener la deforestación y hacerle mantenimiento a los páramos.

Mauricio Montaña, ingeniero topográfico y especialista en desarrollo sostenible y medio ambiente, dice que si bien el deshielo es un proceso de hace más de 100 años, 'en las últimas dos décadas es cuando más se ha agudizado'.

Advierte que por esta razón habrá una 'reducción sustancial en la disponibilidad y calidad del agua, debido a que el desequilibrio en la cobertura del glaciar producirá la desaparición de muchos afluentes'.

En la Sierra Nevada nacen 30 ríos principales y un gran número de quebradas que abastecen a 17 municipios y representa, con 85 mil hectáreas, el 5,1 por ciento de un millón 600 mil hectáreas que tienen los siete páramos de Colombia.

El de mayor extensión es el Cocuy, con 1.120.000 hectáreas, con un 67 por ciento; seguido por el Sumapaz, con 205 hectáreas (12,3 por ciento), y el Nevado del Ruiz, con 101 hectáreas (6,1 por ciento).