El Heraldo
Mascotas

Adoptar, la opción para no incurrir en maltrato animal

Al comprar un animal de compañía usted estaría patrocinando un acto de crueldad catalogado como comercio de mascotas.

En esta época en la que abundan los regalos, algunas personas optan por “obsequiar” animales de compañía como perros y gatos. 

Ante esto, las sociedades protectoras de animales del mundo han sido enfáticas en que aquellos que tienen el deseo de adquirir una mascota lo hagan a través de adopción y no de compra, ya que con ello se fomenta un negocio que “comercializa vidas”.

La organización Personas por el Trato Ético de los Animales (Peta) advierte que en el mundo todavía existen personas que se dedican a la venta de perros y gatos puesto que los ven como “fábricas para producir animales en masa como si fueran productos ignorando sus necesidades básicas”. 

 “Cuando se compra un animal se está apoyando a las crueles fábricas de crianza y otro animal será criado para reemplazarlo. Es un ciclo de miseria que nunca se acaba”, afirma la organización. 

Desde Peta se está incentivando la campaña ‘Adopta, no compres’, que busca que las personas tomen conciencia sobre las prácticas que promueven la crueldad animal, asumiendo la compra de animales de compañía como parte de estas.

“Los perros, gatos y otros animales son individuos, no propiedades, por lo que nunca deberían ser comprados en tiendas de mascotas, criaderos, catálogos en línea o cualquier otro lugar”, afirma Peta en su portal oficial.

Adopción

Adriana Alvarado, representante legal de Voces 4 Patas ORG, afirma que la adopción siempre será la mejor opción, ya sea de perros o gatos de “raza” o no. 

“Cuando se adopta se está enviando un mensaje positivo a la sociedad. Cuando se compra algo uno puede hacer lo que se desee, pero cuando se adopta se hace con responsabilidad y se incluye a un nuevo miembro en la familia porque se va a responder por él”.

Dice que una de las ventajas de la adopción es que quienes entregan al animal van a estar pendientes del crecimiento y desarrollo del perro o gato. 

“Se debe garantizar que la mascota tenga las necesidades básicas y que crezca en un entorno donde se le brinde amor”. 

Crueldad animal

Al ser vistos como un negocio, los animales sufren tras ser obligados a preñarse para que sus crías sean vendidas. Esta mala práctica se ve con mayor frecuencia en perros de raza.

Esto llega a tener un impacto en la salud de la hembra animal. Verónica López, médico veterinaria, expone que en muchas oportunidades la perra es preñada hasta en tres oportunidades en un año para vender su camada. 

El comercio de mascotas, como lo denomina Peta, es considerado un acto de crueldad y maltrato animal. 

“Los animales son tratados como mercancía desechable. A menudo pasan a manos de cualquier ser humano dispuesto a pagar por ellos, y muchas veces sufren y mueren. No existe la cría responsable, y si alguien se lucra con la venta de un animal, puedes estar seguro de que el bienestar de este no es su mayor prioridad”, afirma la organización. 

La definición de maltrato animal más utilizada en el mundo fue dada por el académico estadounidense Frank Ascione, quien describe este fenómeno como “el comportamiento socialmente inaceptable que causa el dolor, sufrimiento, angustia y/o muerte de un animal, ya sea por acción u omisión”. 

En Colombia, dicha definición es complementada por la Sentencia 666 de 2010 de la Corte Constitucional, la Ley 84 de 1989 y la Ley 1774 de 2016, como el “padecimiento, abuso, violencia y trato cruel para con los animales”.

Ley 2054

En el país se sancionó la Ley 2054 del 3 de septiembre del 2020, que favorece a los animales en condición de calle y además incentiva su adopción con jornadas periódicas para encontrarles un hogar en el que se les brinden las garantías para que disfruten de una óptima calidad de vida. 

Esta normativa, según el representante a la Cámara por Santander y ponente de la iniciativa, Fabián Díaz, busca que se le brinde apoyo en especie a las fundaciones y refugios que alberguen animales rescatados, también busca que se les ayude con asistencia médica veterinaria y contempla jornadas obligatorias de esterilización cada dos meses por parte de las alcaldías. Además, estipula jornadas de adopción cada tres meses por parte de las administraciones locales y municipales.  Dicha ley modifica la 1081 de 2016.

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