
Barranquilla es un enorme ‘manchón’ amarillo como dice el conocido hombre de radio Jairo Paba, cada vez que una ‘nube’ de zapaticos se parquea frente a su emisora.
Pues bien, esta frase no está lejos de la realidad porque tanto el Distrito como las agremiaciones de taxis hablan de una sobreoferta de 8 mil vehículos de servicio público en la ciudad.
Luis Vergara, quien lleva 20 de sus 52 años al frente del volante, asegura que por las calles de la ciudad ruedan más de 20 mil de estos automotores.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad solo 12 mil 300 vehículos aparecen activos en la base de datos.
Vergara dice que el problema es que esta invasión, por así llamarla, obedece a que si bien en Barranquilla el ingreso está congelado desde hace varios años, los propietarios los están ingresando por Soledad.
Eso explica las placas ‘gemelas’ que es cuando los propietarios cometen acciones fraudulentas para replicar los vehículos de servicio público con las mismas placas.
“ Con tanta competencia, a duras penas hacemos para la tarifa. Vemos taxis sin placas, es decir de tránsito libre y eso tienen que investigarlo las autoridades. Necesitamos también pico y placa para los sábados y domingos y para los particulares”, dijo Vergara.
José Ahumada, otro conductor de taxi desde hace 25 años, dijo que es tal la sobreoferta que muchos conductores optan por prestar el servicio colectivo para cumplir con la tarifa.
“Antes salía de mi casa a laborar a las 7:30 de la mañana, descansaba a las 11:30 y retomaba actividades a las 2 de la tarde hasta las 7 de la noche y ganaba bien. Hoy en día sale uno más temprano y solo se hace para la tarifa”.
Ahumada estima que en Barranquilla circulan 8 mil carros de más. “Por cada 200 mil habitantes debe haber un taxi y aquí hay como tres”, dijo al agregar que quienes hacen reposición le hacen “conejo” a las autoridades porque se quedan con dos cupos ya que utilizan la misma hoja de vida de un automotor “por eso hay carros con placas gemelas”, dijo.
Ivonne Cecilia De León Medina, Jefe de servicio al cliente de la Secretaría distrital de Movilidad, expresó que están trabajando en la implementación del censo y esperan poder realizarlo en el segundo semestre de año, lo que será un paso previo a la instalación del taxímetro.
El censo incluye una revisión documental de las hojas de vida de los vehículos frente al sistema, proceso que viene adelantado desde el año pasado, y el segundo paso es la parte física donde los propietarios de los vehículos deberán acercarse a unos puntos previamente establecidos por la Secretaría de Movilidad y en presencia de la Sijín y veedurías se realizará la verificación física de los vehículos, es decir, de sus guarismos con los registrados en el sistema.
Dijo que están buscando la tecnología por lo que aún no saben si serán instalados en los automotores unos stickers o unos tags que servirán para transmitir sus datos de identidad, como número de motor y chasis, para evitar que otro taxi circule con una placa igual.
“Así, la Policía podrá determinar cuáles son los vehículos que están previamente censados y que pueden legalmente transitar por las calles de la ciudad”, dijo De León al señalar que la segunda parte de ese proceso es la imposición del taxímetro, pero primero se revisarán cuáles son las tarifas más adecuadas para las carreras de taxis que se realizan en Barranquilla.
En total, 12.300 vehículos aparecen matriculados en la Secretaría de Movilidad, pero reconoció que esa cifra es diferente al número de taxis que circulan en la ciudad.
“No podríamos decir cuántos están rodando, pues recordemos que una de las metas del censo es determinar cuáles vehículos ruedan ilegalmente, es decir, que hayan cancelado su matrícula, cambios de servicios o que los hubiesen hecho pasar por hurtados y todavía están en la calle. Hay taxis de Soledad en Barranquilla”.
Controles en trámites por hurto. Ivonne De León dijo que la Secretaría de Movilidad liderada por Jaime Pumarejo Heins, ha logrado hacer controles en los trámites de cancelación por hurto ya que eran demasiado los vehículos que se supone se robaban en Barranquilla.
“Recordemos que para que pueda entrar un taxi al parque automotor debe salir otro vehículo y la mayoría estaban saliendo por hurto. Hemos hecho muchos controles, muchos acuerdos con la Fiscalía, Sijín, de igual manera hemos fortalecido el proceso de chatarrización de taxi, este año llevamos alrededor de 300 taxis ya desintegrados”.
Con los controles implementados las solicitudes por hurto han disminuido considerablemente. Según la funcionaria, la Fiscalía diseñó un instructivo interno con la directriz de que las certificaciones de no recuperación de vehículos deben ser confirmadas por la Secretaría de Movilidad y la Fiscalía y llevar solo la firma del Fiscal y el coordinador de cada área.
“Lo que realmente le da a uno la certeza que un vehículo sale del parque automotor es cuando lo ve chatarrizado y a eso le estamos apostando”. El proceso de desintegración está a cargo de Barranquilla Recycline.
Control definitivo
Álvaro Forero, presidente de Conaltaxis capítulo Barranquilla, dijo que el censo es un reclamo del gremio de taxistas (propietarios, empresas, conductores, frecuencias y estaciones de taxis). Según Forero, este censo lo vienen pidiendo desde hace seis años porque quieren un control definitivo en el ingreso de estos vehículos. “Queremos que todos los taxis queden marcados con el número del censo en la puerta trasera y el techo para saber cuántos taxis hay en el área metropolitana”. Forero cuestionó la lentitud en el proceso de chatarrización y cree que antes de implementar el taxímetro se requiere mucha pedagogía.
Todo el que quiera reponer su cupo debe hacerlo mediante la chatarrización.
Por Alexandra De la Hoz