A las dos y media de la mañana el sonido de ramas crujiendo, y diez metros de madera golpeando con violencia el piso, terminaron abruptamente con el silencio reinante en el barrio El Prado, despertando a los residentes del sector, quienes debieron sufrir además la interrupción del servicio de luz durante siete horas.
Un árbol de laurel, de casi cuatro metros de espesor, sucumbió ante las fuertes brisas que empiezan a arreciar en barranquilla, bloqueando el paso de vehículos por la carrera 58 entre la calle 68 y 70. En su trayectoria el gigante arrastró seis cables del entramado eléctrico del barrio, afectando una zona de aproximadamente cinco manzanas.
Según Raúl Girón Acosta, residente del sector, el laurel se venía deteriorando desde hace un año, sus hojas se habían secado y se le notaba endeble. Por esta razón, a comienzos del 2012 envió una carta a las dependencias del Damab para que se encargaran de resolver el asunto. “Ellos vinieron a ver el árbol pero no hicieron nada, pasaron los meses y el árbol estaba peor, eso era un peligro”.
Veinte diciembres contaba el vetusto coloso de madera que tuvo una muerte prematura. William Rico, caminante ambiental del Damab, afirma que esta especie de arboles puede vivir muchos años, sin embargo sus raíces se encontraban enfermas y era solo cuestión de tiempo para que cayera. “El árbol se sostenía solo con una de sus raíces, parece que ya se estaba pudriendo”.
Aproximadamente a las tres de la mañana, el cuerpo de bomberos de la ciudad arribó al lugar en donde el laurel yacía, atravesado de par en par sobre el pavimento. Con una motosierra pusieron fin a la historia acumulada en su rugosa corteza, que con un último estruendo anunció la llegada de los vientos alisios a Barranquilla.
Según el Ideam, es normal que para esta época arriben los vientos alisios al Caribe colombiano, alcanzando velocidades de entre 37 km/h a 56 km/h. John Valencia, meteorólogo de este instituto, asegura que el periodo de brisas durará hasta el mes de enero y entre febrero y marzo empezará a descender.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales recomienda a pescadores o usuarios de embarcaciones pequeñas que tomen precauciones antes de hacerse a la mar ya que puede presentarse oleaje de entre dos a tres metros de altura, alcanzando en el centro incluso cuatro metros. Las mismas recomendaciones se aplican a quienes viajan a la playa por estos días.
Además del laurel que fue derribado en el norte de la ciudad, en el otro extremo, carrera 45 con calle 36, otro árbol fue arrancado por la fuerza del viento. El Damab recomendó a la ciudadanía que, ante cualquier caso de árboles que aparenten estar en riesgo de caer, se dirijan a las oficinas ubicadas en la calle 65 con carrera 43 para solicitar una inspección y, si es necesario, que sean talados.
El gigantesco laurel tenia 20 años y fue arrancado de raíz en la madrugada por los fuertes vientos que están comenzando en la ciudad.
Por Rafael Pabón