Desmontar a un carromulero que toda la vida se ha dedicado a ese oficio no resulta nada fácil ni barato para el Distrito, teniendo en cuenta que el proceso para retirarlos durante los próximos tres años terminará costando $5 mil millones.
De acuerdo con el censo realizado en septiembre de 2012, en Barranquilla circulan 919 vehículos de tracción animal. En promedio, los ingresos diarios por cada conductor están en el orden de los 25 mil pesos, es decir 750 mil pesos mensuales.( Ver infografía)
La primera etapa de este proceso de desmonte fue realizar un diagnóstico, tarea que estuvo a cargo de la Alcaldía, en convenio con la Universidad del Norte.
El consejero para la Inversión Social del Distrito, Alfredo Carbonell, el hecho de estar dentro del censo no es requisito único para acceder al programa de capacitación y de nuevas oportunidades de trabajo.
Explica que también es indispensable que los carromuleros participen de los programas de formación diseñados para tal efecto y al finalizar las cuatro etapas, los beneficiados deberán hacer la entrega de la carreta y del animal que fueron censados. Un modelo parecido al que la semana pasada se cumplió en Bogotá.
Según Carbonell, hace un mes recibieron los resultados del censo y recomendaciones sobre cómo implementar el plan integral dirigido a quienes se dedican a este oficio.
“Ya lo tenemos prácticamente listo y lo debemos poner en marcha desde abril. Estamos proponiendo un programa para ellos y sus familias porque lo que se busca es que mejoren su calidad de vida, que cambien de actividad de manera formal y de una forma digna”, dijo.
Además, es importante que la población beneficiaria sepa que el desmonte de los vehículos de tracción animal será gradual y no de un día para otro, y que en la medida que avancen en el programa, empezarán a restringir y a reglamentar la circulación de los carros de mula, con apoyo de la Secretaría de Movilidad.
La segunda fase del proceso es capacitarlos en el nuevo oficio por el que ellos se decidan.
Lo anterior, en cumplimiento del Decreto Nacional 178 de enero de 2012, el cual establece la adopción de medidas alternativas y sustitutivas para los conductores de vehículos de tracción animal.
La norma, contemplada en el Código Nacional de Tránsito, está siendo implementada en todo el país.
El censo. Si bien durante el censo de septiembre pasado en el parqueadero del estadio Metropolitano se presentó un mayor número de carromuleros, una buena parte no fue tenida en cuenta por pertenecer a otros municipios.
El estudio arrojó que en la ciudad circulan 919 vehículos de tracción animal: el 92% de los conductores son hombres y un 8%, mujeres. Las edades van de los 26 a los 59 años. (Ver infografía).
El 80% está dispuesto a cambiar de oficio y ven como positivo el plan que va a implementar el Distrito.
La mayoría tiene estudios solo hasta primaria, lo cual en opinión de Carbonell, es un gran reto del programa.
El diagnóstico reveló que los carromuleros están acostumbrados a trabajar independientes y como dato para destacar: son muy recursivos.
“El censo nos permitió conocer además cuáles son esos oficios alternativos, la mayoría de gente trabajaba en construcción, venta de alimentos, reciclaje y consideramos por eso que una de las dos primeras líneas a trabajar es la capacitación y la empleabilidad tanto en el sector de la construcción como en el sector de aseo”, explicó el consejero.
Para el funcionario, es de vital importancia que los conductores de vehículos de tracción animal tengan confianza en este proceso.
“El proceso no es de un día para otro, la meta para este año es poder ubicar a los primeros 300. Es importante que la empresa privada conozca en lo que estamos y que se sumen a esta iniciativa, que abran las puertas de sus empresas a los que vamos a capacitar”.
Según Carbonell, este es un plan en los que las alternativas y las soluciones son dinámicas porque dependen del mercado y de las empresas aliadas .
Centro de oportunidades. El Centro de Oportunidades, a cargo de Sixto Díaz, tiene como prioridad sustituir los vehículos de tracción animal. Para ello, cuenta con un presupuesto de $1.600 millones.
Díaz explicó que el proceso será similar al que adelantan con los antiguos mototaxistas. El propósito de este Centro es orientar y coadyuvar en el desarrollo de las capacidades y ampliación de oportunidades para la inserción productiva y económica.
“La realidad nuestra es que nuestra población vulnerable necesita formarse, capacitarse y estamos en eso. Por ello el desmonte de los carromuleros será gradual”, dijo Díaz al señalar que le apuntarán al tema de la construcción y del reciclaje con varias empresas privadas.
Dentro de este proceso, una empresa vinculada a la construcción ofreció los primeros 80 espacios para trabajar por dos años, solo que para que ingresen los carromuleros, deben recibir capacitación.
En este esquema, el Departamento para la Prosperidad Social, DPS es un aliado del programa para la capacitación por cuanto entregará 200 mil pesos mensuales a las personas para que permanezcan en las diferentes etapas y al mismo tiempo, tengan ingresos mínimos para transportarse.
Banco de adopción
¿Qué va a pasar con los caballos y burros una vez sea restringida la circulación de los vehículos de tracción animal? La Universidad del Norte le sugirió al Distrito que haga una valoración médica y luego se constituya un banco de adopción, en el que las personas interesadas, previo unos requisitos, puedan constituirse en adoptantes. En el proceso se contará con el acompañamiento del ICA y de la Secretaría de Salud, para poder garantizar que estos animales tengan toda la atención y todo el cuidado que requieran.
“Con los vehículos lo que se pretende es que a través del reciclaje podamos generar algunos recursos. Otra alternativa es una subasta y que todos los recursos que se generen de estos insumos le sirvan a ellos para su programa de sustitución”, explicó el consejero Alfredo Carbonell.
Por Alexandra De la Hoz