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Un viacrucis viven 3.194 extrabajadores y familiares de más de 300 fallecidos de siete empresas que han dejado de funcionar en Barranquilla y el Atlántico. Muchos de ellos llevan entre 5 y 34 años esperando el pago de sus acreencias laborales.

Empresas como Aerocóndor, Triplex Pizano, Uniapuestas, Acueducto de Sabanalarga, Aluminios Reynold y Vanylon cerraron sus puertas y de paso acabando con la esperanza de estas familias. También está el caso de 80 trabajadores que prestaron su servicio al Hotel El Prado bajo la modalidad de 'suministrados', por empresas temporales.

Pese a que algunos rostros reflejan desilusión por tantos años de luchas jurídicas, aún guardan la esperanza de que la solución llegue pronto. Uno de ellos, Fredys Sarmiento, de 55 años, anhela recibir su cheque como extrabajador del acueducto de Sabanalarga, para vivir tranquilo los años que le quedan. 'Dos compañeros han muerto y otros ya están cansados y enfermos, eso se ve en nuestros rostros', dice.

Si bien no todos los extrabajadores tienen cuantificados el monto de sus acreencias, se estima que las siete empresas adeudan a sus trabajadores más de $100 mil millones.

Javier Bermúdez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, asegura que de acuerdo con un diagnóstico que han realizado el 'corredor industrial' está cerrado. 'Empezaron con la empresa textilera, posteriormente viene el caso de Aluminio Reynolds, hasta donde fueron afectados sus pensionados'. Según Bermúdez la situación se presenta porque Barranquilla es el polo de desarrollo del TLC y al aplicarse este, la economía está condicionada y la zona se convierte solo de comercialización. 'El TLC acabó con la producción'. Por último dijo que han desaparecido ocho organizaciones sindicales al igual que las convenciones colectivas, lo que es un verdadero viacrucis.