Con la llegada de nuevos atractivos o lugares de esparcimiento en la ciudad, también llegan las ventas ambulantes y estacionarias que ocasionan problemas de movilidad y ocupación del espacio público.
Con frecuencia se observan en las afueras de algunos centros comerciales, ventas de alimentos, bisutería, puntos de llamadas, entre otras actividades de comercio, que conllevan a una ocupación indebida del espacio público por parte de personas externas al establecimiento.
En Barranquilla los puntos con mayor presencia de estos vendedores ambulantes son los centros comerciales Portal del Prado, Único, Panorama y Metrocentro (este último a pesar de que las autoridades hicieron una intervención, aún se notan vestigios de algunos vendedores estacionarios). Para el caso de Soledad están Plaza del Sol, Portal de Soledad y Nuestro Atlántico.
Transeúntes, visitantes y comunidad circunvecina a los sectores en donde están ubicados estos comercios manifiestan su molestia ante el apoderamiento del espacio público y la obstaculización de este para accesos y salidas.
Para David Rojas, maestro de obra, estas ventas que se generan en el espacio público deben regularse y organizarse, con el fin de no causar un impacto negativo al paisajismo de la ciudad.
'Si bien las ventas no son malas porque todos tenemos derecho a trabajar, deberían estar bien ubicadas y organizadas', menciona Rojas.
Por su parte, Luis Pérez, transeúnte del sector Hipódromo en Soledad, sostiene que esta práctica de ocupación obstaculiza el paso de las personas y provoca caos en la movilidad de la zona.
'Está bien que los desalojen de este espacio porque es público. Las autoridades no deben permitir que personas se estacionen a los alrededores de estos centros comerciales porque también les quitan las ventas', dice.
Piensa, además, que una reubicación sería una buena opción para que estos vendedores dejen de frenar el paso del peatón en el espacio público y puedan de alguna manera también conservar sus trabajos.
A su turno, Carmen Arguelles, otra transeúnte, comparte la opinión de Luis Pérez, al afirmar que las ventas estacionarias no deben ser permitidas porque le 'roban' espacio para el que va en la vía pública.
En muchos de los casos, los peatones no ven otra opción que bajarse a la calle para continuar su paso, poniendo en peligro su vida y seguridad.
En Barranquilla
De acuerdo con la Secretaría Distrital de Control Urbano y Espacio Público, desde inicios de la administración del alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, se ha tenido un 'control' en los centros comerciales de la ciudad con la 'ejecución de operativos diarios' y con la ubicación fija de una parte del personal de la entidad en el punto a vigilar.
Sostiene que la gran mayoría de las ocupaciones en el espacio público ocurren en horas de la tarde en todos estos establecimientos de comercio, por lo que los vigías empiezan labores de 1:00 de la tarde a 8:00 de la noche, teniendo una excepción los fines de semana cuando el horario es extendido.
Agrega que a la presencia en centros comerciales, se suma el trabajo de custodia en las estaciones de Transmetro, parques y plazas de Barranquilla.
La entidad indica que el ascenso de la cifra de migración en la ciudad ha acrecentado la problemática en el espacio público y que el desborde de la invasión en los accesos de los centros comerciales se debe mucho a esta coyuntura.
Aclara que el despliegue de la Secretaría se hace, sin embargo, hay situaciones que actualmente 'se salen de las manos', porque el cuerpo operativo es reducido en comparación con las personas que han llegado procedentes del vecino país.