En menos de 54 días, y por segunda vez, el Diario La Libertad dejó de circular en un nuevo capítulo de la puja familiar en la que se encuentra inmerso este medio de comunicación.
La edición de ayer sábado no salió a la calle, y hoy, cuando se cumplen cuatro meses de la muerte de su fundador, Roberto Esper Rebaje, hay incertidumbre sobre si mantendrá su circulación.
Versiones de algunos empleados, que pidieron reserva de sus nombres, señalaron que trabajan sin saber si la edición saldrá. 'El material para el proceso de impresión lo trae desde su casa la gerente. El viernes esperamos que trajera las planchas y hasta las 2:10 a.m. del sábado no llegaron, ni se presentó. La llamaban y tenía apagado los teléfonos', contó un trabajador.
Al cierre de esta edición fuentes consultadas afirmaron que dejaron el material listo para llevar a cabo la impresión del periódico de hoy.
'No sabemos qué va ocurrir. Hemos tratado de ubicar a la gerente y no hemos tenido respuesta de por qué no salió el periódico', dijo Luz Marina Esper, una de las hijas de Roberto Esper que está en la pugna familiar.
EL HERALDO intentó comunicarse con la gerente, Nadime Esper, y no respondió a las llamadas vía celular.
¿Qué pasará con los otros negocios e inversiones en medios de comunicación que están bajo la representación de los familiares? Por el momento las sociedades Esper Editores - Roberto Esper & Cía Ltda, donde se edita e imprime el Diario La Libertad de Barranquilla y el Diario La Verdad de Cartagena; así como la sociedad Cadena Radial de La Libertad Limitada. El Diario La Verdad no circuló tampoco este sábado, y El Espacio de Bogotá, que fue adquirido en diciembre de 2013 por Roberto Esper, no circula desde hace tres meses.
Las diferencias entre los hermanos Esper tienen más de 10 años, 'pero cuando estaba vivo el señor Roberto él calmaba la situación', contó un pensionado del periódico.
El pasado 30 de abril salió a luz pública la tensión del enfrentamiento de los hijos de Roberto Esper, que derivó en que no saliera a la venta la edición impresa del 1 de mayo.
En aquel momento se conoció la desavenencia al interior de la empresa entre dos grupos. Uno es el de la gerente, Nadime Esper Fayad, y su esposo, Darío Tarud; y el otro es el de Luz Marina, Roberto y Eduardo Esper. En medio de estas diferencias los empleados dicen que los hermanos los han involucrado en la disputa. Algunos han pedido que no los inmiscuyan y añadieron que ha habido un retraso en el pago de las dos quincenas recientes. 'Nosotros estamos cumpliendo con nuestras funciones y queremos que respeten nuestros derechos', dijo un trabajador.
Luz Esper había tomado la decisión de impedir la circulación de la edición del pasado 1 de mayo, ya que no estaba de acuerdo con un aviso que ocupaba el 50% de la portada. Se trataba de un comunicado que afirmaba que Luz Marina Esper 'no tiene vínculo laboral alguno'.
La actual gerente autorizó dicho anuncio, en el que se reafirmaba la posición de la casa editorial sobre su hermana. Para impedir la publicación de ese mensaje, Luz Marina ingresó en compañía de otros familiares a la empresa y retuvo los ejemplares. Para calmar el ambiente, aquella noche del 30 de abril la Policía hizo presencia. Minutos antes hubo discusiones por el cierre de la entrada y por la prohibición del ingreso a Luz Marina; además de la salida de los trabajadores.
En aquel momento ella explicó que habían intentado llegar a un acuerdo a través del diálogo, pero que su hermana y el esposo de esta se negaron.
Ante esta situación invocó el derecho a la 'dignidad humana, buen nombre y mínimo vital en relación con la vida', por medio de una Acción de Tutela. La semana pasada, la Juez 25 Civil Municipal, Luz Elena Montes Sinning denegó 'el amparo de los derechos', pero tuteló el derecho fundamental a la propiedad y ordenó a Nadime Esper no impedir el ingreso y salida de Luz Marina en horarios laborales.
En la portada de la edición del pasado 21 de junio, el periódico publicó 'Fallo de tutela vulnera derechos del Diario La Libertad'. En el artículo el periódico expresó su posición sobre la decisión del juez; y subrayó que 'la accionante no tiene ningún vínculo laboral con las empresas accionadas y ni siquiera es socia accionista de las mismas'.
Además, la nota indica que 'el fallo es violatorio de las normas' y denuncia que 'el representante legal teme por su vida'.