Andy espera debajo de las sábanas rosadas que los tres hombres con batas blancas de pliegues con colores brillantes, sombreros extravagantes y narices coloradas, desaparezcan del piecero de su cama.
Una mano enguantada se asoma por el borde del cobertor con una chupeta. Tímidamente el niño de ocho años la recibe y va mostrando su rostro. Ante él aparecen los ‘médicos’ Monky, Serafín y Vacuno, quienes realizan la ronda revisando a los pacientes del pabellón de pediatría, en el hospital Niño Jesús.
Los tres hombres hacen parte de la fundación Los doctores de la risa y se encargan de visitar hospitales, clínicas y hogares geriátricos para divertir a los pacientes, como método alternativos para curarlos.
Los payasos se declaran discípulos de Hunter ‘Patch’ Adams y por eso practican la risoterapia (ver recuadro). A diferencia de su mentor, ellos no son médicos pero consideran que la medicina que recetan (dosis de risas, jarabe de carcajadas y pastillas de abrazos) tiene la capacidad para hacer sentir mejor a los pacientes que ‘visitan’.
Luis Jiménez tiene 41 años y es técnico electricista, William Parejo tiene 38 años y es diseñador gráfico, y Jacinto Osorio tiene 42 años y es administrador de empresa; ellos son los doctores Monky, Serafín y Vacuno, respectivamente. Ninguno de los tres ejerce su profesión porque encontraron en la risa su oficio.
'Esta es nuestra profesión – señala Serafín – es lo que amamos y para nosotros es muy importante, porque con una medicina alternativa ayudamos a sanar a las personas. Les damos un poco de alegría en medio de un lugar que generalmente encierra dolor'.
La ronda acaba de comenzar
Salen del cuarto de Andy y se dirigen al siguiente dando zancadas largos con sus zapatones con punta redonda, decorados con rojo, amarillo y blanco. En el camino van bromeando con las enfermeras, otros ‘colegas’ y los familiares que deambulan por el centro médico.
En la sala 4 los esperan con ansiedad William de 3 años y Mariángel de 2. Ambos internados con infecciones urinarias. Al principio los niños se muestran reticentes pero van cediendo a medida que los ‘galenos’ les van tumbando el miedo con globos, chupetas y bromas.
'Es normal que los niños reaccionen así. Pero les vamos mostrando que somos sus amigos y se tranquilizan. Al final terminan jugando con nosotros', explica el doctor Monky, mientras infla un largo globo azul y va armando un perro french poodle para entregárselo a William.
Claudia Avendaño, fisioterapeuta del hospital, explica que el trabajo que realizan los doctores de la risa 'es fundamental', porque brinda un espacio de alegría a personas que pertenecen a una población vulnerable de la ciudad.
'Son pacientes y padres de familia con problemas socioeconómicos. La risa les ayuda a olvidar sus situaciones difíciles, al menos por un momento. Muchos esperan con ansias la llegada de ellos y dicen : que bueno que nos vamos reír un ratico. Eso genera satisfacción', indica la fisioterapeuta de 49 años, 16 de ellos trabajando en el hospital.
La cuarta habitación de su ronda queda al final del pasillo del pabellón. Los cuartos dan a un patio interno con árboles frutales y en el que se escucha el canto de las aves.
Con paso sigiloso, los payasos entran a la pieza donde está Dana, con problemas respiratorios. La niña de un año lleva siete días internada y la acompaña su mamá. Los ‘médicos’ hacen muecas, bromas y Dana ríe pero a cada risa le sigue una tos. 'Eso, tose duro para que saques todo lo que llevas adentro', dice Serafín con humor.
El recorrido termina y los ‘médicos’ salen del hospital sonriendo y bromeando con cada persona que encuentran en el camino.
Alexandra López, directora del centro asistencial, afirma que la terapia le hace mucho bien a los niños, aunque no se presenta con la frecuencia suficiente como para hacerle seguimiento, debido a que la fundación realiza las visitas sin ánimo de lucro.
'Lo ideal sería que hubiera un programa que permitiera las visitas con la frecuencia suficiente como para analizar el impacto que tiene en los pacientes', expresa la directora.
‘Patch’ Adams
Se conoce como risoterapia a una estrategia o técnica psicoterapéutica tendiente a producir beneficios mentales y emocionales por medio de la risa. No puede considerarse una terapia, ya que no cura por sí misma enfermedades, pero en ciertos casos logra sinergias positivas con las curas practicadas. Hunter ‘Patch’ Adams, médico estadounidense, es uno de los más reconocidos precursores de esta técnica. Adams manifiesta las personas están rodeadas de mucha basura que hace daño a la mente y al cuerpo, y no tienen tiempo para ser felices porque no quieren que los deje el tren de la vida. La filosofía del doctor es que lo importante es la risa, no la terapia de la risa.