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En la mente de Tatiana Alcázar Alarcón quedó grabada la madrugada del 26 de julio de 2015, como si se tratara de una película de terror que se repite una y otra vez. Esta mujer de 34 años, habitante de Luruaco (Atlántico), recuerda con exactitud que fueron casi 10 minutos de angustia, que finalizaron con ella tirada en una calle, con diez cuchilladas en distintas partes del cuerpo. Cuenta que su agresor fue quien 'menos esperaba', el hombre con el que compartió durante nueve años de su vida.

Tatiana, quien se salvó de sumarse a la lista de 30 mujeres que murieron en hechos violentos este año entre enero y octubre, dice que 'de milagro' está viva para contar su historia, una que espera sirva de ejemplo para que otras 'tomen consciencia y denuncien cuando sean víctimas de maltrato'. En el mismo periodo del año pasado ocurrieron 38 feminicidios en el departamento, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

EN CIFRAS

En la Región Caribe, durante esos diez meses, Medicina Legal registró 109 asesinatos de mujeres, 14 menos que hasta octubre de 2014. Los 109 feminicidios significaron un 16% del total de los ocurridos en el país (671), cuyo consolidado, comparado con esos 10 meses del año pasado (810), también arrojó una reducción del 20%.

El informe de Medicina Legal advierte que si bien las cifras muestran un avance en la disminución de estos lamentables episodios este 'no es estadísticamente representativo, por lo que resulta importante continuar avanzando en materia de prevención de estos hechos'.

A nivel país, en materia de presunto agresor destacan que el culpable desconocido es aquel que más casos presentó, seguido por la pareja o expareja representando el 12% del total de casos. Como 'elemento importante', Medicina Legal enfatiza que sigue siendo un porcentaje considerable el de casos en donde no se tiene información del presunto agresor. 'Es así que esta situación dificulta el acceso a la justicia y permite la perpetuación de este fenómeno'.

El informe evidenció que casos de violencia contra mujeres en edades como la de Tatiana Alcázar (entre 30 y 34 años) representan el tercer rango con más ataques en el país con un total de 87 mujeres asesinadas este año, siete menos que en 2014. El grupo de edades entre los 20 y 24 años es el que más acumuló crímenes en su contra hasta octubre pasado (116); seguido de las mujeres con edades que oscilan entre los 25 y 29 años (102 casos). Respectivamente, estos dos rangos registraron entre enero y octubre de la anterior vigencia 143 y 121 asesinatos.

De acuerdo con Medicina Legal, entre el 1° de enero y el 31 de octubre de 2015 se reportaron en Colombia un total de 8.283 homicidios, en donde 671 (8,10%) correspondieron a mujeres. Pese a que el panorama nacional muestra un descenso en estas cifras, en septiembre pasado EL HERALDO dio a conocer que, hasta ese mes y desde enero, en Barranquilla había incrementado un 41% los feminicidios, respecto al año pasado. En ese lapso iban 24 mujeres asesinadas, siete más que el mismo período (enero-septiembre) de 2014, basado en datos de Medicina Legal.

Stybaliz Castellanos, secretaria de la Mujer y la Equidad de Género del Atlántico, consideró este fenómeno como un problema de salud pública. Agregó que, con la normativa vigente (ver recuadro) y las distintas campañas de sensibilización, se han incrementado las denuncias de mujeres, que antes 'no se daba por temores y porque no identificaba los niveles de violencia que presentaba'.

'Pero en los últimos años se ha trabajado en la protección de la mujer y en su empoderamiento, eso ha permitido que de cierta forman despierten de ese letargo y nos ayuden a apoyarlas de forma temprana. No obstante, hay que seguir trabajando porque las leyes se cumplan, porque no es solo que existan, sino que el sector justicia se sensibilice en la judicialización de estos casos', dijo la funcionaria.

La directora del Departamento de la Protección Integral a la Mujer, Tatiana Bovea, indicó que las actuales leyes 'han servido para que la mujer denuncie'. 'Las víctimas ya no ven la ley como algo lejano. Esto les da fortaleza, aunque es un camino tedioso, con el apoyo institucional se aclara el camino', explicó Bovea. Agregó que 'hay que mejorar desde un policía hasta un vigilante de clínica, para ser más rápido en atención a denuncias'.

Y es que mujeres como Tatiana Alcázar, que sobreviven a violentos ataques de sus exparejas, lo que más reclaman luego de 'despertar' y exponer su caso ante las autoridades es que el caso 'no quede impune'.

Alcázar, casi cinco meses después de haber estado al borde de la muerte, narra que cada fin de semana tiene pesadillas porque recuerda aquel domingo en la madrugada, cuando padecía con cada puñalada que le perforaba el cuerpo, mientras su agresor le decía que la mandaría a atender el 'llamado de Dios'. 

'De tantos golpes, hizo que perdiera seis hijos'

Leysliana Monsalvo, de 32 años, residente en Barranquilla, es otra mujer que ha logrado vencer un caso de violencia por parte de su expareja, y que consigue superar ese momento para contar su historia. Relató que desde los 18 años comenzó a vivir con esa persona, y que tras un año de convivencia en pareja comenzaron los maltratos, que primero fueron de manera verbal, hasta llegar al modo físico. 'Siempre soñé con estudiar y salir adelante, pero mi expareja decía que él era el que aportaba lo económico y que yo estaba para atender a mis niños. Hasta perdí becas', contó, y precisó que actualmente tiene tres hijos.

'De un momento a otro no le gustaba lo que yo cocinaba, no me podía ni sentar en la terraza de la casa, porque me decía malas palabras delante del que sea. Más o menos para el 2005 me empezó a golpear, tuve que ir varias veces a la clínica por golpes en la espalda, con hematomas, y hasta me había apuñaleado. Por culpa de esas agresiones llegué a perder seis bebés, en ocasiones que estaba en embarazo', confesó Leysliana, quien admitió que llegó a 'soportar' eso por 'miedo a no tener más respaldo de nadie'.

Ella contó que hace más de cuatro años decidió separarse definitivamente porque su expareja, quien era policía, le insinuó que abortara su hijo, porque él 'no lo quería'. 'Yo no estaba dispuesta a eso', enfatizó.

'Lo peor fue el año pasado. Llegó a la casa a quererme sacar a la fuerza, y hasta me cortaron los servicios. Yo decidí instalarlos de manera independiente, y cuando se enteró de eso llegó, acompañado de su mamá, y me comenzaron a agredir de palabra, pero hubo un momento en que me empezaron a dar golpes, hasta el punto de pegarme con una piedra en la cabeza', expresó Monsalvo, quien comentó que le puso varias demandas a su expareja.

'Decía que me iban a velar esa misma mañana'

Tatiana Alcázar Alarcón, de Luruaco, contó que la primera vez que su expareja la atacó fue un 8 de febrero, cuando ya tenían siete meses de haberse separado. 'Durante los nueve años que vivimos, nunca me agredió. Eso es lo más impactante', expresó esta mujer sobre el padre de tres de sus cinco hijos. Narró que en esa oportunidad él le partió el tabique de un puñetazo, y que luego de eso le instauró una demanda. 'Me decía que si no era de él no sería de nadie, eso se le metió en la cabeza y nadie se lo pudo sacar'.

Alcázar recordó que los citaron un 24 de junio y que él firmó un acta en la que 'se comprometió a no meterse más' con ella, sin embargo esa promesa no duró ni un mes cuando llegó la madrugada del domingo 26 de julio. 'Me había estado mandando mensajes al celular para amenazarme. A los pocos minutos, como a la 1:20 de la madrugada, sentí que llegó a la casa y empezó a golpear la puerta. Como no le abrí, intentó entrar por el patio, después partió unas tejas y entró. Le di la bendición a mis hijos, y salí corriendo de la casa porque me dijo que me iba a matar ahí dentro', recordó.

'No alcancé a cerrar la puerta cuando lo vi saliendo del patio, arranqué a correr con el celular en la mano, llamando a mi hermano. Mis dos hijos, uno de 8 y de 14 años, salieron detrás de mí. Me caí, él me arrastró por el pelo y comenzó a darme puñaladas. Una me perforó el pulmón, dos en la barriga que me perforaron el intestino, otra en la clavícula, dos en el brazo, una en el ciervo, y otra en la cabeza. Me arrastró y mis hijos se abrazaban, llorando, viendo todo eso. Me decía que mis hermanos me iban a velar esa misma mañana', relató Tatiana, quien dice que su expareja fue detenida por la Policía y actualmente tiene casa por cárcel, acusado por lesiones personales.