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Quiero el cupo completo', menciona Laura De Andreis, directora del penal, sobre el jardín infantil que funciona en El Buen Pastor. Afirma que en 2015 hay un plan para que el espacio tenga el cupo completo de 20 alumnos como debe ser lo ideal. Para las madres que están recluidas, la funcionaria explica que deben hacer una solicitud ante la dirección de la cárcel y, tras un estudio, el menor entra a hacer parte del jardín.

Por derecho propio, las internas pueden tener a sus hijos allí hasta los tres años de edad. Luego pasa a la familia de esta y, si no tiene, el ICBF interviene en el caso. 'Esto en realidad es una bendición. Allí los niños tienen un buen aprendizaje, toman los alimentos, conocen, se relacionan. Obtienen una mejor calidad de vida y, sobre todo, está al lado de su madre', sostiene.

Sobre el mantenimiento del lugar, la directora señala que el Distrito se encarga de suministrar todo el material con el que los niños aprenden y, además, son responsables de las tres comidas que allí reciben. 'La madre solo lo lleva a la puerta de entrega y luego va a recogerlo ahí mismo. Igual como si estuviera en la calle', anota.