Yaneth Góngora vive en Luruaco, dice que tuvo chikunguña y que el mejor medicamento que usó fue un par de ampollas de diclofenaco y dexametasona para contrarrestar el dolor en las articulaciones.
Celia Torres, secretaria de Salud del Departamento, indica que tal tratamiento puede resultar contraproducente 'porque está demostrado que ninguno de estos medicamentos deben usarse en una situación viral'. Agrega que la gente no ha podido comprender que solo pueden consumir acetaminofén y agua.
Pero Yaneth ya lo hizo y cuenta que la gente que, como ella, han recurrido a las farmacias del pueblo para comprar estos. Pese a que ante el Instituto Nacional de Salud (INS), por Luruaco hay 141 casos categorizados como sospechosos, gran parte de la población afirma que la enfermedad 'hizo caer a casi todos'.
En el hospital municipal, la médico Esther Castellanos indica que hay un alto subregistro de afectados por la enfermedad.
Ante el uso indebido de los medicamentos, la secretaria de Salud precisa que la dexametasona tiene contraindicaciones que pueden causar afecciones graves en las personas que lo usen.
A su comentario se suma el del toxicólogo Agustín Guerrero, quien señala que esta puede suprimir las defensas del cuerpo. 'Eso les quita los dolores, pero en tres o cuatro días se puede reactivar la enfermedad y ser más peligrosa', comenta.
En algo coincide lo que apunta Guerrero con la realidad de Yaneth, pues esta confiesa que días después volvieron los dolores en las articulaciones y que está pensando en volver a aplicarse las inyecciones de diclofenaco y dexametasona.
Dato. Torres reporta que Atlántico ha notificado ante el INS 455 casos de chikunguña, de los que 20 han sido confirmados y el resto se encuentra en estudio.
Cuenta que los únicos municipios que no han registrado casos son Juan de Acosta y Tubará.
'Estamos haciendo campañas para que la gente bote los utensilios que pueden servir como potenciales criaderos de mosquitos', precisa.