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Si los habitantes de los conjuntos 7 y 9 de Las Gardenias, un proyecto que hace parte de las 100 mil viviendas gratis que está entregando el gobierno, se trataran con palabras amables y de cariño como la estrofa de la canción Dos Gardenias Para ti, que dice, a tu lado vivirán y se hablarán como cuando estás conmigo y hasta creerás que te dirán te quiero... Quizás la historia sería otra.

A lo mejor en vez de los problemas de convivencia y seguridad que se viven al interior de los conjuntos, que son el pan de cada día según sus mismos habitantes, reinaría la armonía.

'Aquí la gente pelea por todo, por bobadas, por el perro, por el volumen de la música. Todo es un bochinche y un tropel. Hay gente que está amenazada porque tuvieron un problema y dejaron la casa y se fueron', contó un ama de casa, del conjunto 7 que no quiso revelar su identidad y que se vino de la zona rural de Antioquia debido al desplazamiento forzado.

Una nueva vida. Las Gardenias están ubicadas sobre la calle 98C con carrera 1E y del conjunto comprendido por 12 torres solo están habitadas dos.

En la torre 7 están habitados 200 apartamentos de los 400 que están disponibles. En la torre 9 que cuenta con 540 apartamentos están habitados 525, es decir, 725 viviendas habitadas de las 4.960 que contempla este proyecto.

Estas familias están comprendidas por personas que provienen de realidades conflictivas como el desplazamiento forzado, también damnificados de la ola invernal de 2010 – 2011 y afectados en general por la pobreza extrema, que soñaron con una vivienda digna y una vida nueva que llegaría en el momento que estrenaran su casa propia.

En este momento estas familias se encuentran en un proceso de reasentamiento al que todavía les cuesta acostumbrarse.

Posando sus ojos en el cielo y aspirando una profunda bocanada de aire, para luego expulsar una andanada de quejas, una mujer que fue elegida como líder del conjunto 7, explica que los fines de semana en algunos apartamentos la música está tan alta que se vuelve insoportable.

'Arman sus rumbas y eso es un desorden donde hacen los que se les da la gana. Meten vicio y si se les dice algo, se viene de una el problema', afirmó.

Según otro de los habitantes del condominio, vivir allí es como estar viviendo dentro de una jaula de tigres donde el más fuerte es el que manda.

Las amenazas. Arabanis Pinillo, una ama de casa que tiene a cargo a 5 niños, asegura que la convivencia está complicada y que, luego de recibir amenazas contra su vida, le tocó solicitar un amparo policivo ante la comisaría de familia y otro ante la Fiscalía.

'No me mataron cuando me desplazaron y ahora me van a matar aquí. Prefiero devolverme a mi casita de tabla en Pinar del Río que tener que estar aguantando este infierno', expresó Pinillo con lágrimas en los ojos.

'Me han amenazado ya dos veces por meterme en las cosas de acá y por querer que esto mejore. Me han pasado hasta panfletos amenazantes diciendo que me daban 24 horas para desocupar el apartamento, y la verdad es que si tuviera para dónde coger, recojo mis ‘corotos’ y dejo esto tirado', aseveró una líder del conjunto .

Según los residentes y la misma Policía, entre discusiones intrascendentes, riñas entre vecinos y algunas confrontaciones de más cuidado, a diario se presentan entre 3 y 4 desavenencias entre vecinos.

Segregados y excluidos. El sociólogo Miguel Ángel Hernández, explicó que la mayoría de estas personas tienen procedencias muy dispersas, lo que les impide en tan poco tiempo (8 meses para el conjunto 9 y 5 para el 7) crear verdaderos vínculos sociales, porque aún no han forjado un sentido claro de pertenencia.

'Ellos desde sus comunidades de procedencia se reconocían, pero ahora todo es diferente. Son personas históricamente segregadas y excluidas que les resulta muy difícil venir de un momento a otro a construir vínculos sociales con otras personas que comparten la misma historia de segregación y desarraigo'.

Eduardo Ubarne, administrador del edificio 9 asegura que por llevar más tiempo instalados en el conjunto los problemas de convivencia han venido mermando, no obstante para otros residentes el panorama aún no está de color de rosa.

'Los problemas de convivencia están y lo más duro es que uno, que viene huyendo de la violencia, se encuentra con otra violencia. Se están formando grupos que están divididos y cada uno busca sus intereses y por eso hay choques todo el tiempo', sostuvo Calletano Polanco, desplazado del Bagre, Antioquia.

Miguel Ángel Vergara, secretario de Planeación Distrital, indicó que la administración viene acompañando a esta comunidad desde el principio y que se les viene facilitando todo el abanico de oferta institucional para brindarles un acompañamiento integral en el que están comprometidas todas las secretarías.

'Sabemos que es difícil, que hay problemas de convivencia porque ellos se están apenas acoplando y acostumbrando a vivir en una propiedad horizontal, pero no los vamos a dejar solos en este proceso. Vamos a seguir trabajando y brindándoles el acompañamiento, con el apoyo del Gobierno Nacional'.

Por la seguridad de los residentes en la zona hay una patrulla de Policía permanentemente y desde hace 15 días en la entrada de la torre 9 hay un CAI móvil estacionado las 24 horas.

La administración distrital ha realizado jornadas de sisbenización, carnetización y jornadas de procesos conciliatorios para lograr una mejor convivencia entre los vecinos. Además el funcionario explicó que en esta zona se van a construir un megacolegio y una unidad deportiva completa para incentivar los comportamientos saludables y el sano esparcimiento.

La inspección de Policía, junto con la Comisaría de Familia, llevó a cabo varios procesos de resolución de conflictos. Además 660 familias fueron visitadas para entregarles un manual de convivencia donde recibieron información y talleres acerca de la convivencia en propiedad horizontal, donde aprendieron las normas mínimas de comportamiento.

Entre las ofertas entregadas por el Distrito, los jóvenes fueron integrados al programa Va Jugando, además se encuentran en un proceso de Prevención de Reclutamiento de Bandas Delictivas y otras ofertas como Jóvenes en Acción, Familias en Acción, primera infancia y adulto mayor, entre otras.

De estas dos gardenias, que no son precisamente de las que habla la canción, la administración espera que lo más pronto posible sus residentes se amolden a su nueva vida y por fin comiencen a disfrutar del privilegio de esa casa propia por la que miles de colombianos continúan suspirando. Pues para ellos, es ya un sueño palpable y tangible.