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Es como caminar por el tiempo, un breve repaso por la historia, desde la antigua Grecia hasta la actualidad. Allí están plasmadas las figuras de personajes que han marcado y forjado la historia del hombre: desde Jesucristo pasando por artistas como Picasso, científicos como Copérnico, activistas de derechos humanos como Martin Luther King, escritores como Eduardo Galeano y filósofos como Aristóteles.

Es el mural del Instituto Educativo Inocencio Chincá, ubicado en la calle 53D entre 21B y 23, que ilustra a transeúntes desde el año 2006 con las frases más célebres de sus insignes imágenes.

“Lo poco que sé se lo debo a mi ignorancia”,. son las palabras que ha elegido para hoy Francisco Martínez, un vendedor ambulante, que todos los días escoge a un personaje nuevo para alimentarse con un pizca de conocimiento. Esta vez el turno fue para Platón.

“Esta cuadra siempre me pone a pensar, ya es una costumbre pasar por aquí, miro a uno de estos señores, leo lo que dicen y medito sus mensajes”.

La idea para realizar el mural surgió hace seis años cuando el entonces rector del Inocencio Chincá, Hugo Castillo y el profesor de arte William Gutiérrez quisieron engalanar los 150 metros de pared de la institución educativa con ciencia, arte y saber.

Pero, con los años, los más grandes de la historia expuestos a la intemperie fueron perdiendo su forma y belleza, por lo que Genoveva Herrera, la actual rectora del colegio, gestionó para que el mural fuera restaurado.

Gutiérrez tiene la tarea de devolverle a la cuadra su atractivo. Como artífice del proyecto, es el encargado de plasmar, una vez más, su talento en las paredes del barrio San Isidro.

Aparte de dar clases en el Inocencio Chincá, Gutiérrez realiza arte popular. Por años pintó los picós más famosos de la ciudad. Por su manos pasaron los parlantes del Skorpio y El Solista.

En la pared, sus estudiantes le ayudan con los croquis que él se encarga de pintarlos con dedicación.

Y aunque a este artista plástico egresado de Bellas Artes el colegio le reconoce algo por sus obras, su trabajo lo realiza por puro amor al arte.

Por Samuel A. Losada Iriarte