
Uribia busca su sostenibilidad en el turismo
Habitantes y empresarios de este municipio consideran que a futuro el etnoturismo y el ecoturismo serán la principal fuente de ingresos y de empleo.
Emanuel Andrade y Kayuyo Ipuana son dos instructores de kitesurf en el Cabo de la Vela, La Guajira. Los hombres de 22 y 24 años, respectivamente, tienen claro que el municipio de Uribia tiene “las mejores” playas de la Costa Caribe para practicar ese deporte, pero reconocen que esa zona del territorio nacional es “mucho más” que olas y brisas.
“Las personas llegan acá y se quedan fascinadas con las playas, los atardeceres y amaneceres, pero enseguida les da curiosidad por conocer cómo viven los indígenas de esta región. Yo soy wayuu y me gusta contarles los mitos y leyendas a medida que voy preparando la cometa”, cuenta Kayuyo.
Precisamente esa curiosidad de los turistas que a veces atiende el joven instructor es la que buscan satisfacer los habitantes de las distintas rancherías culturales ubicadas a lo largo y ancho de la península de la Alta Guajira. Muchos wayuu abren las puertas de sus comunidades para que los foráneos puedan saber más de nuestra cultura y cambiar la idea “que tienen de nosotros”.
Elida Sánchez, miembro de la ranchería cultural Ipotshiru, dice que desde hace unos años cinco familias hacen parte de esa comunidad y se unieron para realizar muestras culturales en los restaurantes y posadas que hay en el Cabo de la Vela.
“Nosotros fuimos los que atendimos a Bill Gates y a su familia cuando vinieron a La Guajira, eso es muestra de que los turistas y extranjeros sí se interesan por conocernos. Eso nos deja ingresos por las ventas de las artesanías, además que nos da la oportunidad de que las personas conozcan nuestras formas de vida”, dice la mujer.
Bonifacio Henríquez, alcalde de Uribia, y quien conoce el territorio casi que a la perfección por ser wayuu, ve con más claridad la situación y está consciente de que las regalías del Cerrejón en algún momento “se acabarán”, por lo que cree que el tiempo que resta para que eso pase debe ser utilizado para prepararse a ese cambio.
“Hemos iniciado el camino para prepararnos para enfrentar el futuro. Nos reunimos constantemente con los diferentes sectores del sector turismo en Uribia con la finalidad de poder avanzar en la implementación de estrategias sustentables que nos permitan seguir percibiendo ingresos propios”, señala Henríquez.
El alcalde señala que la Alta Guajira también tiene otros atractivos turísticos “y es eso lo que queremos mostrar. Decirle a Colombia que existimos y estamos acá para recibirlos con los brazos abiertos y trabajamos constantemente para poder brindar la mayor garantía de seguridad”.
Érika Correa, secretaria de Desarrollo Productivo y Medio Ambiente, explica que la visión que tiene de Uribia dentro de los próximos años es comenzar a estructurar la organización municipal para fortalecer la oferta de servicios públicos.
“Tener esos servicios satisfechos nos garantizará que los turistas se sientan cómodos. Queremos ir creando una gobernanza turística, apoyar a nuestros nativos, capacitarlos y dejar que sean ellos mismos los que se apoderen de las actividades”, señala Correa.
El trabajo articulado con las demás instituciones, dice la funcionaria, “será la clave para que el turismo sea nuestro, es decir, que de acá salgan todos los actores de la cadena del sector”, dice.

Los casi 25.000 kilómetros cuadrados de territorio de la Alta Guajira albergan 1.378 comunidades indígenas wayuu, según registros del Ministerio del Interior, y aproximadamente unas 40.000 rancherías.
Los pequeños empresarios también están en sintonía con la intención de convertir la Alta Guajira en un destino turístico importante del país. Michael Polanco, encargado de la ranchería Utta, afirma que si bien el turismo es la salvación a futuro del municipio, este sector debe activarse “de forma controlada” respetando los sitios sagrados y las creencias del entorno wayuu.
“Queremos que vengan turistas, pero de una forma que no sobrepase la capacidad de carga del territorio. Muchas veces quienes vienen hasta acá lo hacen buscando paz y tranquilidad. Además no se podrían hacer muestras culturales para 200 personas a la vez”, explica Polanco.
Por su parte, José González Prieto, profesional de apoyo de la Secretaría de Desarrollo Productivo y Medio Ambiente, explica que la cultura local del municipio de Uribia tiene el potencial para convertirse en un destino turístico en la región.
“Tenemos un atractivo que debemos explorar a profundidad y es nuestra cultura, y para eso estamos buscando las formas de empoderar a las comunidades para que vivan del turismo. Se debe mirar la Alta Guajira y entenderla como un territorio que ofrece un turismo étnico, de naturaleza y de aventura”, dice González.
De momento, los habitantes de la península están concentrados en buscar la forma de poder recuperar su economía, tras la crisis que les deja la emergencia sanitaria, pues llevan 6 meses sin ver la cara de un turista por el territorio.

José Emilio Sierra, director de turismo departamental de La Guajira, manifiesta que están trabajando para poder darle vía libre a varios muelles de cabotaje, para generar una conectividad marítima de la franja costera de la península.
“Esto no solo nos ayudaría para turismo, también para poder llevar ayudas sociales en menor tiempo y de forma segura. La idea es que Uribia pueda tener 4 muelles. Estamos trabajando con la Dimar para ver cómo se logran los permisos”, explica Sierra y destaca que buscan a futuro poder recibir cruceros en toda la zona.
El funcionario afirma que Uribia se enmarca como uno de los principales destinos turísticos del departamento, es por eso que los proyectos para ese municipio “son amplios”.
“Estamos trabajando para hacerlo sostenible. En la Alta Guajira el turismo se da de forma orgánica y natural, debido a que los pequeños empresarios no tienen las herramientas de promoción y formación. Queremos agremiarlos y capacitarlos para que puedan explotar a su máxima capacidad todo lo que tiene”, señala.
