El puesto de Samara, la niña “emprendedora”, se quedó vacío en su colegio
Estudiantes, padres de familia y profesores vinculados al I.E.D María Auxiliadora, se reunieron a las afueras de la institución para pedir justicia por Samara Cerpa, de 14 años, quien fue asesinada en La Magdalena.
Los estudiantes del colegio I.E.D María Auxiliadora no podían concebir cómo su compañera perdió la vida en instantes. El puesto de Samara Cerpa quedó vacío y sus amigos, profesores y padres de familia lloran y lamentan su muerte, al mismo tiempo que piden justicia. La menor de 14 años fue impactada por una bala cuando se dirigía en un bus hacia su casa.
Su mejor amiga, Nicolle Villarreal, quien la acompañaba siempre en el colegio, aún esperaba que la joven entrara por la puerta como lo hacía a diario con un chocorramo en la mano: "No sé cómo afrontar esto, yo aún guardo las esperanzas y la fe que que ella está viva. Es muy difícil asimilar que ella ya no está, me quedé esperándola, tenía su silla puesta a la espera de que ella llegara como siempre".
Villarreal recuerda a la hoy fallecida como una persona "callada y sobretodo le gustaba discutir conmigo para saber quién tenia la razón. Se destacaba mucho en el arte, en español. Le gustaba tener interés en todo. Yo siempre la motivaba para que saliera adelante en todo".
Asimismo, la estudiante, junto a otros compañeros gritaban al unísono "queremos justicia".
Por su parte, Lourdes Quiroz, profesora de ética y valores, relató que "ella va a seguir el décimo grado en cielo y pues tuve la oportunidad de verla por última vez porque hizo conmigo una actividad en esa cuarta hora en la que estuvimos. Es inmensamente triste para la institución y para los padres de familia. Uno nunca espera esto. Antes teníamos el orgullo de decir que Barranquilla era una ciudad de paz y sinceramente sin justicia no la hay".
A su vez, la docente indicó que así como a ella, a la institución y a todos los que la conforman "nos duele Samara y su familia, nos duele que nos arrebataron una vida con unos sueños por cumplir que no le hacía daño a nadie".
Jaime Guayazán, padre de uno de los compañeros de Samara detalló que su hijo, al igual que todo el cuerpo estudiantil y de docentes se encuentran conmocionados.
"A mi hijo le tocó venir a clases, era compañero de ella, y realmente todos están muy conmocionados y afectados mentalmente por esa noticia. Fue un impacto para todos ellos y para todo el plantel educativo. Realmente como acaban con la vida de un ser tan frágil como una niña de 14 años y parece que no pasara nada. La inseguridad que estamos viviendo ya sobrepasa todo lo visto", dijo el hombre.
Finalmente, Guayazán realizó un pedido a las autoridades: "Les pedimos una mayor presencia y más mano dura con los bandidos. Hoy es una niña, otro día puede ser otro niño y nos están afectando a nuestro núcleo familiar y a nuestros estudiantes que son nuestro futuro".
