
“Luisa muere por una bacteria”: caso de la joven que cayó en alcantarilla
Belkis Montañez Peralta, familiar de la joven fallecida, habló con EL HERALDO y dio versión desde lo ocurrido la noche del accidente hasta el deceso en la clínica Portoazul.
El caso de Luisa Fernanda Pacheco Peralta, la joven de 18 años que murió días después de sufrir una caída en una alcantarilla destapada en el Corredor Universitario tiene un trasfondo y podría entrar en revisión de autoridades debido a la versión que entregan sus familiares sobre lo que ocurrió tras el accidente.
En diálogo con EL HERALDO, Belkis Montañez Peralta, familiar de la joven, relató este miércoles 21 de septiembre que Luisa Fernanda resultó lesionada la noche del miércoles 14 de septiembre cuando retornaban de ver unas carreras de piques ilegales en el corredor vial de la 51B.
"Ella estaba con una prima viendo las carreras esas de piques. Cuando ya se venían, iban caminando y ella se fue en una alcantarilla. El hueco era pequeño, pero como Luisa era delgada cayó en esa cavidad de siete metros de profundidad", recordó la mujer sobre el momento en el que ocurrió el accidente.
Posterior a eso, los acompañantes de Luisa llamaron a los bomberos y, según la versión de la familiar, “el rescate duró unas dos horas porque como la alcantarilla era muy pequeña tuvieron que ampliar, colocar el trípode de ellos para poder bajar y rescatar a la niña, y de allí la llevaron a la Clínica Portoazul”.
“Todo eso pasó a las 10: 00 de la noche de ese miércoles. A ella la revisaron le tomaron una placa y le dijeron que tenía una fractura de tibia y peroné, y que debían operarla”, agregó en diálogo con este medio.
Sin embargo, el día jueves 15 de septiembre, a la familia de Luisa le manifestaron que debían operarla, “pero que la EPS de ella no autorizaba el procedimiento, aun cuando ella tenía una prepagada, y aseguraron que teníamos que buscar el dinero para que entrara al quirófano”.

Montañez Peralta recordó que de “inmediato se hicieron los trámites, se pagó por anticipo $6 millones para que la operaran, pero no la intervinieron ese jueves, porque supuestamente el médico no podía. En ese cuento nos tuvieron dos días hasta el sábado 17 de septiembre, día que la operan”.
Ese día, de acuerdo con lo expuesto por la mujer, la niña comenzó a desmejorar. “Ella decía que el dolor era insoportable, que le dolía mucho. No podía dormir, los medicamentos no le hacían efecto. El ortopedista que la operó fue entonces dos días después (lunes 19 de septiembre) y vio que ella tenía en la pierna unas ronchas y un mal color”.
En medio de la revisión médica, la allegada de Luisa Fernanda sostuvo que a esta “le quitaron la venda y eso botó un olor fétido, pero el especialista seguía diciendo que eso era normal. A ella le cambió el color del pie y de una uña. Sin embargo, según el médico, todo era parte del postoperatorio”.

El martes 20 de septiembre, en la mañana, Luisa “se desmejoró totalmente, se le bajó la presión, empezó a sentir otras cosas y cuando la vio otro especialista, que era un señor de más experiencia, dijo que eso estaba contaminado, y que Luisa tenía una bacteria", según contó la señora Belkis.
Añadió que en ese momento "tomaron la decisión de intervenirla de manera inmediata, pero como estaba bastante débil tuvieron que estabilizarla hasta que ya la llevaron a cirugía. A la una de la tarde entró al quirófano y nos explicaron los riesgos, asegurando que la niña estaba bastante desmejorada y que posiblemente tenían que amputarle la pierna porque no sabían con qué se iban a encontrar. A las tres de la tarde nos llamaron para autorizar la amputación porque definitivamente no había más que hacer, era eso o la vida de la niña”.
Pasadas las horas, a Luisa Fernanda Pacheco la sacaron de cirugía aproximadamente a las 5:00 de la tarde. “El doctor dijo que debíamos esperar 48 horas para ver la evolución. Luego a las 7:00 de la noche cuando ya nos íbamos a retirar porque la niña estaba en UCI y ahí no dejan quedar a nadie, cuando su mamá fue a llevarle unos pañales, nos dieron la noticia que había fallecido, que había entrado en paro y había muerto”.
Frente a la situación, Belkis Montañez Peralta detalló que se emprenderán acciones judiciales en contra del centro asistencial debido las fallas que pudieron existir en el tratamiento médico de la joven fallecida.
“La verdad no nos han dado una explicación clara de lo qué pasó, solo sabemos que ella se contaminó ahí, que esa bacteria fue de ahí del quirófano porque el desmejoramiento de ella fue después de la cirugía. Si ella hubiese tenido una bacteria que cogió en el accidente, lo más lógico era no operarla, pero en realidad no nos han dicho qué pasó. Desde el principio todo fue negligencia de la clínica negándonos el servicio primeramente y hasta que no pagamos no la intervinieron. La plata se les entregó al día siguiente del accidente y la vinieron a operar hasta el sábado”, mencionó la mujer.
Además de eso, hizo énfasis en que hoy la clínica está cobrando una suma cercana a los 18 millones de pesos para que sus familiares puedan retirar el cuerpo para darle cristiana sepultura.