Caso Las Flores: “el pecado de Edwin fue salir a tomarse una cerveza”
Yesica Morelo, esposa de una de las víctimas del crimen de este lunes 12 de septiembre, pidió a las autoridades una aclaración por los señalamientos que se hicieron en torno al atentado.
El próximo 16 de septiembre Edwin Yesid Cardoza Tapia cumpliría 29 años. Sin embargo, todos los planes de celebración que tenía con su familia se truncaron en la madrugada de este lunes 12 de septiembre luego de que criminales acabaran con su vida y con la de otras cinco personas más en medio de un atentado criminal que tuvo lugar en el barrio Las Flores, en la localidad Riomar de Barranquilla.
Y es que no solo es el trago amargo de la fiesta, pues también se queda una mujer sin esposo y dos niños, uno de cinco y otro de tres años, sin padre, todo por culpa de los proyectiles.
Ante esta situación, Yesica Morelo, esposa de Edwin Yesid, habló con EL HERALDO y contó que él “simplemente estaba en el lugar equivocado, porque realmente era una persona muy querida. Nadie puede decir que tenía problemas con alguien, porque la verdad es que no los tenía”.
En la tarde del domingo, según la mujer, él estuvo jugando fútbol. Se hizo de noche y decidió caminar unos metros hasta el local de razón social Donde Migue, con el fin de “tomarse una cerveza”, sin imaginar que sería la última de su vida, pues criminales repartieron balas en medio del jolgorio, música y licor.
“Mi cuñado me llama para avisarme que a mi esposo lo mataron, y pues cuando llegué lo encuentro en el puesto de salud tendido, sin signos vitales”, dijo la mujer.
Cardozo tenía dos heridas con arma de fuego: una en el pecho y otra en el rostro. Este falleció en el Paso Las Flores.
Para Morelo los hechos no son claros, debido a que desconoce cómo se ejecutó la masacre; sin embargo, explicó que llegaron “repartiendo bala”. “Eran las 10:00 de la noche cuando su único pecado fue ir cerca de su casa a tomarse su cerveza. Los manes llegaron haciendo disparos”.
Sobre los motivos que desencadenó la masacre los desconoce, pero solicitó a las autoridades las aclarar lo señalamientos sobre disputa entre bandas delincuenciales.
“Nadie puede decirte que tenía problemas con alguien, porque la verdad que no los tenía, tampoco antecedentes, ni vicios. Ninguno de los que estaban ahí eran nuestros amigos, simplemente eran conocidos del barrio donde nació y creció. No quiero que causen ningún daño a mis hijos. A las autoridades les pido que por favor aclaren que mi esposo no tenía nada que ver con ningún tipo de droga, ni alguna banda, que investiguen y se darán cuenta que no poseía antecedentes de ninguna clase”.
Edwin creció como barbero empírico, “con esta actividad nos sostenía a mí y a mis hijos, era el tercero de cuatro hermanos”.
