El doloroso rastro de la violencia contra las mujeres

De estos lamentables hechos registrados el año anterior, 13 se tipificaron como feminicidios y 34 como homicidios.

Y es que la ciudad de Barranquilla, según las cifras del Observatorio de Violencia Contra la Mujer de la Fundación Teknos, fue la más afectada en este aspecto, con una participación del 44,1 %, seguida por los municipios de Soledad, con el 28,4 %, y Malambo, con el 11,8 %. La capital del Atlántico tuvo 16 casos; Soledad registró 10; Malambo, 4; Puerto Colombia, Santo Tomás, Palmar de Varela, Sabanalarga y Repelón, cada uno con un caso.

De acuerdo con la ONG, una de las modalidades que más se presentó en el año para la consumación de estos actos delictivos fue el sicariato con arma de fuego, con una participación del 82,4 %. 

Asimismo, indicaron que los días jueves y sábados fueron los más recurrentes en este tipo de hechos y que los meses más afectados en lo corrido del año 2022 fueron julio, con una participación del 14,7 %, y octubre, con el 11,8 %.

Para Emma Doris López, directiva de la Red de Mujeres del Atlántico, el balance del año “fue bastante preocupante y no hay que dejar de asombrarse. Cuando nosotros perdemos la capacidad de asombro, entonces naturalizamos las violencias y los asesinatos, es por esto que creo que es importante estar siempre en alerta de cualquier feminicidio o asesinato. Debe ser una alerta para los atlanticenses y sobre todo para Barranquilla, la cual sigue siendo el epicentro de los crímenes en contra de la mujer en el departamento”.

Los expertos están centrados en una premisa, la cual expresa que Barranquilla se encuentra viviendo lo mismo que el país en general, hay un aumento de criminalidad, y con esto el “uso” de las mujeres en filas de los grupos armados ilegales.

En esa línea, la abogada López subrayó el tema de las oportunidades: “A las mujeres no hay la posibilidad de tenerlas ocupadas, y no solamente en el punto de vista laboral, sino en los espacios que se deben generar en lo cotidiano, ellas, así como los jóvenes o como otra persona, ve la vida fácil y se vinculan en las actividades de microtráfico y otras actividades que no son legales, y allí es cuando quedan en un momento determinado entre el fuego”.

En el 2022, la Oficina de la Mujer, Equidad y Género, a través de la estrategia de promoción de derechos, equidad de género y prevención de violencia, implementó medidas de prevención para la transformación de imaginarios y conductas que perpetúan las diferentes formas de violencias basadas en género. Destacó que en el marco de esta estrategia, 11.291 personas han sido sensibilizadas en derechos de las mujeres, equidad de género, prevención de violencia, violentómetro, rutas de atención, Ley 1257 y demás normas de protección como herramienta de prevención.  

Sin embargo, López dio a conocer que para ella, y para el colectivo, hay un tema preocupante y del que poco se habla, que es la trata de personas: “Hay que visibilizarlo en el departamento, las campañas siguen siendo muy débiles, poco eficaces y por eso insistimos en que se abran las puertas de la Secretaría de la Mujer y del Distrito y del Departamento para que se fortalezcan acciones muchos más contundentes en el trabajo educativo, desde la educación”.

Pistolas, navajas, un martillo, cuerdas, cables fueron las armas usadas para asesinar. En este rubro nuevamente Barranquilla, con una participación del 58,3 %, fue la zona más afectada, seguida por el municipio de Soledad, con el 25 %.

El primero de estos casos ocurrió tan solo cinco días después de haber escuchado los pitos de Año Nuevo de 2022. El cinco de enero, a eso de las 7:30 de la noche, José Luis Tobío Tobío llegó hasta un hotel del barrio Colombia en busca de Leidy del Carmen Suárez Díaz, de 57 años, su expareja, quien se encontraba alojada allí en compañía de sus cuatro hijos.

Al momento de que el hombre ingresó se generó un fuerte altercado entre ambos; sin embargo, tal suceso desencadenó que Tobío Tobío desenfundara un arma de fuego y disparara en reiteradas ocasiones, impactando a la mujer y a una de sus hijas, identificada como Shirly Tobío Suárez, de 19, malherida. Las dos mujeres fueron auxiliadas y t r a s l a d a d a s hasta la Clínica General del Norte, donde se produjo el deceso de Suárez Díaz. 

Cuatro días después, el aroma a sangre se extendió por una calle del barrio Montecarlo, de Malambo, luego de que, al parecer, un joven de 25 años, que responde al nombre de Libardo Enrique Gutiérrez González, asesinara de un disparo en la cabeza a su pareja, Miriam Romero Santana, de apenas 15 años. 

A inicios del mes de febrero, específicamente el tercer día, en el barrio Rebolo se desató una violenta pelea intrafamiliar por la que Yudis Mercedes Martínez Meza, de 43 años, terminó muerta en el Hospital Barranquilla, esto como consecuencia de las puñaladas que, aparentemente, Kevin David Rueda Ramírez, con quien mantuvo una relación, le asestó en diferentes partes del cuerpo.

El 22 de febrero fue hallado en el patio de su vivienda, en el barrio Santa María, el cuerpo sin vida y con un zuncho en el cuello de Rosa Garizábalo Bornachera, de 17 años. Lo que en principio las autoridades reportaron como un suicidio, cambió con la confesión de un menor que estaba a las afueras del inmueble, mismo que vio cómo Manuel Ramón Zapateiro Romero, su expareja, salía por un callejón, al parecer, luego de ahorcar a la joven. 

Un mes después, en la noche del 21 de marzo, Yasli Carolina Ortega Bastida fue asesinada con un arma cortopunzante en el barrio Las Américas. El homicidio habría sido perpetrado por William Hernando Molina Soto, de 32 años, quien al parecer ejecutó el crimen delante de sus dos hijos. Él fue capturado.

El 14 de abril, jueves, en el corregimiento La Playa, se registró el feminicidio de Albanis del Carmen Báez Fernández, de 30 años, quien, según contaron sus familiares y la Policía, fue atacada y asesinada con un arma blanca por su pareja José Antonio Martínez Viloria, quien fue capturado luego del hecho y posteriormente judicializado.

La muerte de Liseth Patricia Cervantes Cabarcas, de 32 años, fue tipificada como feminicidio por parte de la Red de Mujeres, pues inicialmente el caso trascendió como si la mujer se hubiera quitado la vida en su casa del barrio Prado, de Soledad, el pasado dos de mayo; no obstante, al parecer, se trató de un homicidio perpetrado por su compañero sentimental, de quien se desconoce la identidad, pero se supo que fue detenido.

Ocho días después, en el mismo municipio, pero en el barrio San Vicente, Miguel Junior Logreira Márquez, de 26 años, mató a Olinda Carolina Yépez Buelvas, de 29 años, quien fue hallada en su vivienda con signos de violencia, al parecer, provocados por un arma contundente, así como un surco en el cuello. El hombre se entregó a las autoridades luego de haber cometido el hecho.

El 13 de mayo otro trágico hecho en torno a las mujeres ocurrió. Yulissa Polo Correa, de 23 años, había recibido un disparo en la cabeza, supuestamente, cuando su pareja Gregory Alejandro Rey, de 25, manipulaba un arma de fuego, en el barrio El Bosque. Ella estaba embarazada de gemelos. Los tres murieron ese mismo día. Pero los familiares culpan al hombre de que lo ocurrido no fue un accidente, sino un asesinato. Hasta la fecha el paradero de Gregory es desconocido.

En la mañana del 16 de mayo, Edixmar Henríquez González, de 23 años, fue encontrada sin vida, calcinada y con signos de violencia, en el sector conocido como la ‘Ye de los chinos’, en Puerto Colombia. Su pareja, Jairo Armando Cordero Barraza, confesó haberla asesinado en el barrio Santa Inés, en Soledad.

En la noche del 24 de mayo Damaris Fernández, de 30 años, murió intoxicada luego de, al parecer, recibir un par de cervezas de la persona que ella consideraba como su compañero de vida. La mujer no despertó más y sus familiares alarmados la llevaron hasta un centro médico, donde se produjo su deceso. Por su parte, el presunto responsable fue detenido días después en La Guajira.

En la mañana del pasado 25 de julio, Olga Lucia Barros Camargo, de 55 años, fue asesinada con un cuchillo de cocina, al parecer, a manos de quien era su pareja sentimental, identificada como Hernando Junco Paternina, de 67 años, en el barrio Costa Hermosa, de Soledad. El hombre, quien luego de realizar el hecho se autolesionó con la misma arma, fue aprehendido por la Policía.

El último caso del cual se tienen registros en el presente año tuvo lugar en el barrio El Bosque, donde Bertha Cecilia Escobar Romero fue rociada con varsol y posteriormente quemada, supuestamente, por su pareja, en un aparente caso de violencia intrafamiliar dentro de su vivienda. Del presunto agresor se supo que también recibió quemaduras, pero que quedó libre y vinculado al caso.

Si bien es cierto que tan solo han transcurrido cinco días del año, los hechos criminales en los que han resultado víctimas las mujeres no han dado tregua. Y es que tan solo el primer día de enero, a eso de las 7:30 de la noche, un individuo que se transportaba en una motocicleta llegó hasta el barrio La Sierrita y abrió fuego, asesinó a un hombre y dejó heridas a dos mujeres, identificadas como Julieth Margarita Leones Lara, de 35 años, y Oscaira Alejandra Pineda Lozada.

Leones Lara sufrió un impacto a la altura de la cabeza, mientras que Oscaira Pineda Lozada recibió un tiro en la pierna izquierda y fue trasladada a un centro asistencial cercano.

Entre tanto, ayer fue reportado a las autoridades un ataque a bala en el que resultó herida de 5 disparos Soranyer Gloribel Chacón Martínez. El hecho ocurrió en la entrada del barrio Ciudad Camelot, en la mañana. Las autoridades manejan dos líneas investigativas sobre el caso: la primera es que podría tratarse de una tentativa de feminicidio, ejecutado, al parecer, por su expareja sentimental. 

Sin embargo, la otra hipótesis que manejan es que, supuestamente, el hombre la citó hasta el sitio y luego llegaron sujetos en moto y le dispararon a ella.