Familiares de víctimas del ‘Satánico’ empiezan a ver luz al final del túnel
En dos juzgados del Circuito de Barranquilla continuaron esta semana los procesos penales en contra de Tomás Maldonado Cera. Hay alerta que pueda quedar libre.
Esta semana fue decisiva para el caso de Brenda Pájaro Bruno, la mujer que fue desaparecida y asesinada en 2018 en Barranquilla, y por quien enjuician a Tomás Maldonado Cera, apodado el Satánico.
Esto en relación a que la juez novena Penal del Circuito con funciones de conocimiento de Barranquilla, Carmen Matilde Ospino Paba, estableció el pasado miércoles 31 de mayo las fechas —o al menos así lo dejó consignado en audiencia— de los alegatos de conclusión y del sentido del fallo en este proceso penal.
Ospino Paba fue clara ante los intervinientes en la vista pública, en especial con el abogado Alberto De Arco Rocha, defensor de Maldonado Cera, y aseguró que entre julio y agosto debía estar resuelto el caso que está a punto de cumplir cinco años de ocurrido.
El anuncio de la togada se dio en la finalización del ciclo probatorio del juicio oral, en el que hubo la presentación de un testigo de la defensa de Tomás Maldonado, en este caso un perito de la firma Unidad Privada de Investigación SAS, el cual trató de demostrar “inconsistencias” en la investigación adelantada por la Fiscalía en contra del procesado.
Esta persona, quien tuvo un diálogo con el abogado De Arco Rocha, mientras juez, fiscal y otros actores escuchaban, señaló que, según su investigación, no cuadraban imágenes, triangulaciones de llamadas, horarios de encuentros entre víctima y victimario, entre otros aspectos que encontró el ente investigador cuando se determinó de que Tomás Maldonado Cera había sido el causante de la muerte de Brenda Pájaro Bruno.
“Hay inconsistencias marcadas en el tema de horarios. No coinciden en espacio y tiempo los videos que hizo públicos la Fiscalía”, expresó Edinson José Padilla, el perito que intervino en la diligencia bajo la presentación de la defensa del abogado.
El perito continuó y planteó que los detectives de la Sijín vinculados al proceso investigativo no tuvieron en cuenta diferencias del vehículo usado por Maldonado Cera para transportar a Brenda y el que apareció en los videos aportados como material probatorio del caso.
Pero además intervino con una exposición sobre los elementos recopilados en la escena del crimen como preservativos, botella con agua, envoltorios, los cuales, según él, carecieron de pruebas de ADN por parte del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Luego de su declaración en conjunto con el abogado de Tomás Maldonado, el perito Edinson Padilla también fue interrogado por Fiscalía. En ese momento, según la consulta basada en su teoría de la triangulación de las llamadas y de las fallas en los videos, este respondió que “no era técnico en telecomunicaciones”.
La ama de casa Brenda Inés Pájaro Bruno, de 44 años, desapareció el miércoles 25 de julio de 2018 en el norte de Barranquilla.
Ella salió ese día de su casa en el barrio Costa Hermosa, en Soledad, para acompañar a su hija al Centro de estimulación, rehabilitación y aprendizaje ‘Sonrisa de esperanza’, situado en la carrera 42F No. 82-27, en el barrio Ciudad Jardín.
Allí tenían prevista una sesión de terapias con la tercera de sus hijas, quien sufre parálisis cerebral. Además, iba a entregar ahí unas almohadas y cojines que personal de ese centro le había encomendado, ya que Brenda Inés se dedicaba a esta manufactura. La mujer llegó al centro de rehabilitación a las 2:00 de la tarde, puso a su hija en manos del personal profesional y entregó el pedido de cojines.
En este sitio, según los allegados de la mujer, Brenda solicitó a una de las personas del lugar que cuidara por “unos minutos” a su hija, mientras iba a hacer una diligencia. Sin embargo, desde ese momento, no se volvió a saber de ella.
Luego de 33 días su cuerpo fue hallado sin vida en un sector enmontado de Miramar. En el lugar en encontraron múltiples elementos y luego de eso se empezó la investigación en firme para atrapar al asesino.
Entonces con videos de cámaras de seguridad de la zona, así como información sacada de teléfonos celulares se llegó a la identidad de Tomás Maldonado Cera, un hombre que mantenía una relación con Pájaro Bruno.
El ‘Satánico’, como lo llaman las autoridades, fue capturado por el Gaula en un allanamiento realizado en la calle 41 No. 1H-75, barrio Bellarena, al sur de Barranquilla.
Al momento del allanamiento, al interior del inmueble se encontraba Maldonado, su hijo y la suegra. En la inspección, se logró “recopilar importante información documental”, así como las prendas que presuntamente vestía el 25 de julio de 2018 con las que aparece registrado en el vídeo de las cámaras de seguridad de la calle 100 donde se le vio por última vez con vida a Brenda Pájaro.
Esta misma semana se llevó a cabo ante el Juzgado Único Especializado del Circuito de Barranquilla, en cabeza del togado Jorge Luis Torregrosa Monsalve, el proceso judicial contra Tomás Maldonado por la desaparición y muerte de Yadira Martínez Gutiérrez, ocurrida en el año 2002.
Este caso, bajo la antigua Ley 600, es el que mantiene tras las rejas a alias el Satánico, pues años atrás un juez de control de garantías alcanzó a conceder la libertad por vencimiento de términos a este dentro del proceso de Brenda Pájaro.
EL HERALDO estuvo presente en la diligencia del pasado jueves 1 de junio en el Centro de Servicios Judiciales y allí la Fiscalía presentó unos testigos ante el juez para demostrar la relación que sostenían víctima y victimario.
Al estrado pasaron una hermana de Martínez y el hijo de la fallecida, Carlos Ariza, quien se ratificó en lo que ya había expresado años atrás cuando fue detenido Tomás Maldonado por la muerte de Brenda.
En febrero de 2019, en medio de las audiencias preliminares contra el sujeto, Ariza lo reconoció cuando vio su rostro en televisión y en periódicos.
Pese a que Carlos denunció ante la Fiscalía la desaparición de su madre el 10 de octubre de 2002, con el tiempo la esperanza de hallarla con vida se desvaneció y, hasta hoy, su cuerpo no ha sido encontrado.
Para aquella época, según su relato, Yadira salió de su casa y, días después, Tomás Maldonado retornó diciendo que le mandaran ropa y dinero para ella, “que estaba bien”.
Ahora, según Ariza, se espera que el proceso avance sin tantas trabas y que el individuo sea condenado por el crimen de su madre y de hombres y mujeres que aparecen en un expediente de la Fiscalía.
“Yo sé que él (Satánico) no me va a entregar los restos de mi madre, pero quiero hacerle santa sepultura, quiero que lo sentencien por el delito de feminicidio sin rebaja de pena. Yo le pido las autoridades que no me defrauden que lo condenen sin rebaja de pena, para así yo tener tranquilidad y hacer un entierro simbólico de mi mamá”, manifestó Ariza a esta casa periodística.
En la diligencia, en la que asistió Maldonado de manera virtual, el togado Torregrosa intervino para dejarle claro al procesado que tenía una actitud “temeraria” al solicitar en múltiples ocasiones libertad condicional.
“El señor Tomás Maldonado no me ha dejado descansar con tanta solicitudes, con tantos requerimientos. Por ahora, si usted me pregunta a mí verbalmente le digo que no se la doy, primero porque no se la merece y segundo por temerario. Usted no está preso por mí, está preso por unas situaciones que la Fiscalía lo acusó”, dijo el juez, mirando hacia la pantalla donde lo escuchaba Maldonado desde la cárcel Modelo de Barranquilla.
Nueve casos de muertes ocurridas entre 2001 y 2012 en la capital del Atlántico, seis documentadas con antelación y dos más que se sumaron con la aparición de Tomás Maldonado Cera en medios tras la captura por el crimen de Brenda Pájaro, en 2018, tiene como registro la Fiscalía en contra del hombre.
Años atrás EL HERALDO accedió a los documentos del ente acusador que relacionan el nombre de Tomás Maldonado Cera con hechos de sangre ocurridos entre 2002 y 2004, en los que las víctimas resultaron ser dos mujeres y cuatro hombres.
En la investigación llevada a cabo por Fiscalía quedó evidenciado que las personas que resultaron muertas tenían una particularidad: los cortes de los dedos de las manos. En este caso el dedo medio y el anular para conformar, según las pesquisas, el ‘Signo de Voor’.
Actualmente el Signo de Voor es interpretado como “Yo te amo Satanás o Yo te amo Lucifer”; según publicaciones antiguas se dice que es utilizado para invocar a los muertos. De ahí surgió el apodo del individuo.
En su momento un perfilador de la Dijín en Bogotá, según información obtenida por esta casa periodística, fue quien alertó a la Fiscalía sobre el prontuario de este sujeto luego de cotejar sus huellas con las tomadas en los otros casos de homicidio.
Hasta ahora solo dos procesos avanzan en los estrados: el de Brenda y el de Yadira. Los otros casos aparentemente no han empezado su recorrido.
