Judicial

En video | Amenazas contra médico de Soledad no serían por casos de COVID-19

Policía y Fiscalía revelaron cómo esclarecieron el caso y llegaron al presunto responsable, que será imputado la próxima semana. 

El caso judicial por las amenazas contra el médico José Julián Buelvas, internista de la Fundación Clínica Materno Infantil Adela de Char, dio un giro inesperado.

Luego de que sociedades médicas, líderes sociales y hasta el presidente de la República, Iván Duque Márquez, rechazaran las intimidaciones contra el galeno, que se creía habían provenido de la familia de una paciente que falleció con COVID-19, las autoridades confirmaron este viernes que esta no habría sido la razón de que le enviaran una corona fúnebre y una nota con sentencia de muerte, el pasado 8 de junio.

Esta información se conoció poco después de que la firma de abogados de Abelardo De la Espriella comunicara que la Policía Metropolitana de Barranquilla y la Fiscalía Seccional Atlántico habían identificado al presunto autor de las amenazas y por eso sería formalmente acusado.

Según publicaron en su cuenta de Twitter, para el próximo martes 7 de julio, a las 2:00 de la tarde, está programada una audiencia de formulación e imputación de cargos y medida de aseguramiento contra el supuesto responsable de la entrega de una corona fúnebre, acompañada de una nota amenazante, al internista de la Fundación Clínica Materno Infantil Adela de Char.

En el trino, la firma de abogados que asumió el caso compartió la imagen de una carta en la que el Centro de Servicios Judiciales le notifica al médico José Julián Buelvas la fijación de la diligencia penal contra un hombre identificado como Candelario del Cristo Rómulo Bravo.

Luego de esto, la Fiscalía y la Policía se pronunciaron asegurando que, con base en las pesquisas realizadas durante el último mes, se pudo identificar que las amenazas contra Buelvas Díaz no tendrían relación con pacientes enfermos de coronavirus, en contraposición con lo que el galeno había asegurado en un principio.

Cayó por su propio peso

Tras conocerse que Rómulo Bravo sería acusado de supuestamente haber amenazado al médico Buelvas, quien trabaja en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del centro médico antes mencionado, la Policía Mebar ofreció en la tarde de este viernes detalles sobre la investigación y sus resultados.

De acuerdo con el general Ricardo Alarcón Campos, comandante de la Mebar, un equipo de 12 investigadores de Policía Judicial, un fiscal especializado y un fiscal de apoyo se dieron a la tarea de hacer seguimiento a las amenazas contra Buelvas desde que se registraron en la tarde del 8 de junio.

Lo primero que pudieron establecer, luego de obtener la denuncia, es que la entrega de la corona de flores en el lugar de trabajo del médico y de la encomienda con la nota amenazante en su residencia se planearon y ejecutaron el mismo día.

Dos de las pruebas que mostró para respaldar ese postulado fueron, precisamente, las dos fotografías que acompañaron el pasquín entregado a Buelvas.

Una de ellas era la captura de pantalla del perfil del médico en Instagram, y la otra era una fotografía de la entrada del edificio en el que vivía.

Según explicó el general Alarcón, el domiciliario que aparece en la fotografía de la fachada del edificio residencial, enviada a Buelvas, fue clave en la investigación. Con las cámaras de seguridad del edificio pudieron establecer que el domiciliario –a quien consultaron para corroborar los datos– había llegado alrededor de las 8:30 al edificio.

A partir de ello se siguieron las imágenes de todas las cámaras de seguridad del sector y se logró establecer que un automóvil marca Audi, de color blanco, había estado rondando la zona por cerca de 40 minutos, antes de parquearse frente al edificio por menos de un minuto.

En ese instante, el conductor del vehículo habría tomado la fotografía que cinco horas más tarde fue enviada a Buelvas junto con la amenaza.

“Ese mismo día, a la 1:47 de la tarde, llega un carro Renault Sandero de color blanco y entrega la encomienda en el domicilio del médico, casi en simultáneo con la entrega de la corona en el lugar del trabajo de la víctima”, indicó el general.

En el caso del Renault Sandero, en videos de cámaras de seguridad se ve que el vehículo se parquea diagonal al edificio por unos segundos, luego da la vuelta y llega a la entrada del conjunto de apartamentos. Del carro se baja un hombre, por el asiento del copiloto, vestido con saco negro, gorra y tapabocas. Este ingresa al edificio cargando una caja grande envuelta con papel de regalo y la deja en recepción.  Esa encomienda sería la amenaza con las fotografías antes mencionadas.

No tiene que ver con la medicina

El general Alarcón también aseguró que las “amenazas no obedecen al ejercicio de la profesión del doctor Buelvas, tampoco corresponden con casos que tengan que ver con la pandemia, sino que corresponden a otro tipo de motivaciones que las investigaciones lo determinarán en su momento”.

Afirmó que la persona comprometida en los hechos es un comerciante que tiene una relación afectiva con un compañero de trabajo del doctor Buelvas.  A este la Fiscalía le imputará el delito de amenaza el próximo martes.

El general no detalló el motivo de las amenazas, pues sigue siendo materia de investigación; pero sí dijo que el autor material e intelectual de las intimidaciones sería la misma persona.

Por otro lado, el comandante de la Policía Mebar recordó que desde el momento en que se conocieron las amenazas se asignó un esquema de seguridad y acompañamiento preventivo para el médico, que está vigente. Aclaró que, luego de que se identificara a un presunto responsable, las medidas de protección para el galeno son materia de estudio para la Unidad Nacional de Protección, que determinará si continúan o se suspenden.

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