
Los compromisos establecidos entre la Policía colombiana y las autoridades mexicanas han permitido asestar durante este comienzo de año fuertes golpes para ganar la batalla contra las alianzas entre los carteles mexicanos de la droga y las bandas criminales colombianas.
Las acciones conjuntas permitieron, mediante la operación denominada ‘República Fase I’, la incautación de 3.826 kilos de cocaína de alta pureza que pertenecía a la banda criminal de Los Urabeños y que iba con destino al cartel de Los Zetas, en México. Según la Policía con esta incautación se logró afectar las finanzas de las redes del narcotráfico en aproximadamente 95 millones de dólares, de acuerdo con el precio del alcaloide.
Según el director de la Policía, general José Roberto León Riaño, la operación fue un éxito y se logró el contundente golpe gracias a una fuente humana, a la pericia, instinto y entrenamiento del personal del área de antinarcóticos en Cartagena, durante los controles normales a los contenedores que ingresan a la zona de carga, tanto en papeleo como en contenido, notan que la documentación registra inconsistencias en el lugar sede del envío, numeración de las facturas y traslado de domicilio de la empresa. La situación genera que los contenedores sean ‘perfilados’, es decir, que entren a una revisión exhaustiva, para lo que se cuenta con el apoyo del área administrativa del puerto.
La carga de los contenedores era glicerina Ups, un tipo farmacéutico líquido. Este producto se almacena en bolsas de polipropileno de alta densidad para su transporte. Y aprovechando este sistema de envasado que como este sistema de envasado como flexitank, los delincuentes contaminaron la base de las bolsas con el clorhidrato de cocaína, en su modalidad básica, paquetes re básica, paquetes rectangulares envueltos en plástico.
El flexitank fue sometido a un escáner que mostró que tenía figuras asimétricas, lo que no correspondía a su supuesta carga líquida, por lo que se procedió al vaciado y se encontró en su interior 3.826 paquetes rectangulares con clorhidrato de cocaína.
Por Rubén Rodríguez
Cartagena