Patrulleros de la Policía capturaron en la tarde de este miércoles a Alberto Mario Cabrera Barrios, alias Ñeco, vinculado a la investigación del homicidio del director regional de Medicina Legal, Eduardo Pinto Viloria.
'Recibieron información de las características de un sujeto que abordó un bus de transporte público, hicieron el seguimiento, luego lo bajan y establecen que es alias Ñeco', aseguró este miércoles el general Gonzalo Londoño Portela, comandante de la Mebar, en rueda de prensa.
La detención se dio en la carrera 38 con calle 73, en el norte de Barranquilla. 'Sabíamos que estaba escondiéndose en varios lugares, una vez fueron capturadas todas las personas, incluida la expareja del doctor Pinto, sin embargo, ya había tenido confianza y se encontraba (hace) varios días (en la ciudad)', agregó el oficial.
Cabrera tenía orden de captura por los delitos de concierto para delinquir, homicidio agravado, porte ilegal de armas y hurto calificado agravado.
EL HERALDO dio a conocer el 12 de julio anterior que, en ampliación de interrogatorio en la Penitenciaría de El Bosque, donde permanece recluido, Jesús Antonio Gutiérrez Arrieta se retractó ante la Sijín de su versión inicial y aseguró que quien mató a Pinto fue él y no Cabrera Barrios, como lo había manifestado.
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Un investigador informó que Gutiérrez, alias Chucho, admitió haber mentido en el interrogatorio que rindió el 23 de junio pasado, día en que fue capturado al igual que el taxista Miguel Ángel González Reales y Johan Enrique Beltrán Ulloque, chofer de confianza de la familia Pinto, también implicados en el homicidio.
'Chucho dijo eso pensando en que si la condena sería mayor para quien disparó contra el señor Pinto, por eso dijo que había sido Ñeco, pero pensando en que este sea capturado o se entregue, optó por decir la verdad y así evitar perder los beneficios del preacuerdo que hizo con la Fiscalía', dijo el investigador consultado.
En el relato que rindió ante las autoridades, alias Chucho narró que fue contratado por el conductor del vehículo Kia, de nombre Enrique (se refería a Johan Enrique Beltrán Ulloque), quien le encomendó un trabajo para acabar con la vida de un sujeto. Por ello le ofreció $2 millones 500 mil, pero finalmente acordaron el pago de $3 millones.
