
La cacería de Gustavo Álvarez Téllez, apodado Tavo, el lugarteniente más importante de Maximiliano Bonilla, alias Valenciano y uno de los dos jefes de la peligrosa banda criminal Los Paisas, comenzó en Barranquilla, Cartagena y Bogotá.
Tras la captura de Álvarez en Aruba, en una operación transnacional que involucró a la Policía colombiana, las agencias estadounidenses ICE y DEA y a autoridades de la isla caribeña, la Policía Antinarcóticos informó a EL HERALDO que era el hombre de mayor confianza de Valenciano, tanto que manejaba todas las rutas del narcotráfico de esa organización.
“Era el encargado del envío de entre 3 y 7 toneladas mensuales de cocaína a Estados Unidos, por lo que se calcula que pudo haber concretado la distribución de cerca de 120 toneladas de este alcaloide en los dos últimos años”, dijo la fuente oficial.
Tavo, pedido en extradición por delitos conexos con el narcotráfico, fue arrestado. Su captura se produjo tras un seguimiento de cuatro meses y luego de llegar a Aruba procedente de Curazao.
Las autoridades antinarcóticos lo sindican de ordenar numerosos homicidios no solo en Medellín sino en la Costa Caribe, como cabeza visible de las oficinas de cobro de Valenciano en actividades relacionadas con el microtráfico y narcotráfico.
Uno de las masacres perpetradas por orden suya fue la de un bar en el municipio de Envigado, el 2 de julio de 2010, donde fueron asesinadas ocho personas, entre ellas un colombo-americano, porque Los Paisas de Valenciano pensaban que en su lugar se encontraba su enemigo Erick Vargas, llamado Sebastián.
Al momento de su detención, Álvarez Téllez se identifico como Pitre Carlos Jaime y presentó un pasaporte falso de nacionalidad venezolana, pero su identidad se confirmó plenamente con la foto-cédula y la tarjeta decadactilar de la Registraduría Nacional en Bogotá.
Tavo iba a bordo de un jeep de alta gama en compañía de otros dos sujetos que también fueron capturados y quedaron bajo investigación de las autoridades estadounidenses.