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El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, confirmó este martes 15 de julio que los jefes de las bandas criminales ‘los Pepes’ y ‘los Costeños’, Digno Palomino Rodríguez y Jorge Eliecer Díaz Collazos, alias Castor, manifestaron su intención de sumarse a un eventual proceso de diálogo con el Estado, en busca de poner fin a la violencia que durante años ha afectado a Barranquilla y varios municipios del departamento.

A través de su cuenta oficial de X, el mandatario departamental manifestó: “Con la determinación y el trabajo articulado con la Alcaldía de Barranquilla y el Gobierno Nacional, hoy recibimos la noticia de que Digno Palomino y Jorge Eliécer Díaz reafirmaron su voluntad de entrar en diálogos de paz para ponerle fin a la confrontación criminal en el Atlántico y Barranquilla”.

Este anuncio por parte del gobernador del Atlántico se produce en medio de los esfuerzos que se encuentran adelantando las autoridades nacionales y locales para propiciar un ambiente de diálogo con las organizaciones que han sido responsables de múltiples hechos de violencia, incluyendo extorsiones, disputas territoriales y asesinatos selectivos.

Estas estructuras, según información judicial, continúan operando desde las cárceles bajo el liderazgo de los ya mencionados cabecillas.

Un camino que empezó hace meses

La intención de abrir canales de comunicación con estos grupos viene tomando forma desde hace varios meses. El pasado 10 de julio, el jefe de la Oficina de Seguridad y Convivencia Ciudadana del Distrito, Yesid Turbay, reveló que la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) ya se encontraba en diálogos preliminares con representantes de estas organizaciones.

“Hasta hace unos 15 días que la Dirección Nacional de Inteligencia hizo presencia en la ciudad y comenzó a avanzar el tema”, aseguró Turbay entonces. “Ya hoy tenemos varios funcionarios delegados por el presidente Petro y el Alto Comisionado para la Paz, lo cual muestra una voluntad política clara”.

Adrmás, Turbay indicó que el Distrito ve con buenos ojos la posibilidad de una mesa de diálogo, aunque dejó claro que se trata de una etapa muy inicial y sin un marco jurídico definido, lo que limita las posibilidades de avanzar hacia acuerdos concretos.

“Hoy en día no existe un marco jurídico más allá de la Ley 906 del sistema penal ordinario. Por eso hablamos de diálogos exploratorios, que requieren del concurso del Congreso y del Gobierno nacional para que puedan traducirse en un proceso real”, explicó.

Antecedentes y tensiones

Los acercamientos entre ‘los Pepes’ y ‘los Costeños’ con el Estado no son nuevos. En agosto de 2023, se conoció una supuesta tregua entre ambas bandas que, según fuentes de inteligencia, derivó en una reducción temporal de homicidios en el área metropolitana de Barranquilla. Más adelante, en diciembre del mismo año, un video en redes sociales mostró a hombres armados, presuntamente miembros de ‘los Costeños’, anunciando un nuevo cese al fuego.

En octubre de 2024, alias ‘Castor’ habría entregado un lote de armas como muestra de disposición para negociar con la Fiscalía. Sin embargo, pese a estas señales, el 2024 cerró como el año con más homicidios dolosos en el Atlántico en el último lustro: 948 en total.

Durante 2025, el interés por una posible salida negociada volvió a escena. El 2 de abril, se retomó la idea de explorar un diálogo con los cabecillas de ambas bandas, en medio de una disputa que ha dejado más de 800 muertos en los últimos dos años. Poco después, el 8 de abril, la Gobernación y la Alcaldía enviaron una carta al alto comisionado de Paz, Otty Patiño, solicitando claridad sobre estos contactos.

La propuesta tomó más fuerza cuando, en mayo, el presidente Gustavo Petro, desde el Paseo Bolívar de Barranquilla, expresó públicamente su disposición a facilitar un eventual proceso de paz urbana con estos grupos. La intervención motivó nuevas gestiones institucionales para apoyar los acercamientos desde lo local.

No obstante, ese mismo mes surgieron serias tensiones tras un intento de homicidio contra Digno Palomino dentro de la cárcel La Dorada, Caldas. El ataque fue atribuido a alias ‘Otón’ y ‘Junior Guerra’, líderes de ‘los Costeños’, y desató una retaliación en el barrio La Fe de Soledad, donde fueron asesinados tres familiares de ‘Otón’.

Para frenar la escalada, el Inpec trasladó recientemente a los tres cabecillas: Palomino fue llevado a la cárcel La Picaleña, en Ibagué, mientras que sus rivales fueron enviados a la Tramacúa de Valledupar.