En las afueras de la Clínica Santa Mónica se encontraban entre lágrimas y con profunda tristeza, los miembros de la familia Jaramillo Pérez, quienes hoy lloran la repentina muerte de Hernán Darío, una de las víctimas del aparatoso accidente de tránsito ocurrido en la loma del barrio La Manga, luego de que un bus sin frenos descendiera a alta velocidad y terminara arrollando varios vehículos y múltiples transeúntes el pasado 16 de mayo.
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Hasta el día de hoy, los allegados del hombre de 33 años no se explican cómo pudo ocurrir tal tragedia. Es tal la incertidumbre que incluso desconocen el paradero del conductor del vehículo, al punto de no saber si sobrevivió o no al siniestro.
Por esta razón, EL HERALDO se trasladó durante la noche de este sábado 24 de mayo hasta las instalaciones del centro médico y entrevistó a los familiares del hombre, quienes prefirieron no identificarse por razones de seguridad. Ellos revelaron datos que, hasta el momento, permanecían ocultos y que figuran como piezas fundamentales para comprender los momentos previos al desastre.

“Lo que tenemos entendido es que él (Hernán Darío) salió a buscar a un familiar en su motocicleta y lo iba a llevar a casa de otro allegado, porque iba a recoger un dinero. Luego se venía de regreso para alistarse e irse al trabajo. Al parecer, el bus pierde el control y lo termina arrollando”, relató un allegado.
Tendido en plena carretera, el hombre fue rápidamente trasladado a la Clínica Santa Mónica, donde permaneció durante ocho largos días debido a la gravedad de sus heridas.
Esta casa editorial tuvo acceso al informe de los especialistas, en el que se detallaba el cuadro clínico de Hernán Darío: presentaba exposición testicular, fracturas en miembros inferiores, trauma de tórax y trauma cráneo encefálico, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
“A la casa llegaron informando del accidente de él, y lo enviaron hasta esta clínica. Desde que ingresó, siempre estuvo en UCI por la gravedad de sus heridas. Esperábamos la ayuda de las autoridades, pero no recibimos ni siquiera su acompañamiento”, sentenció el familiar.
Hecatombe en La Manga
Otro de los allegados de Jaramillo Pérez relató a este medio los momentos de angustia que vivieron los pasajeros cuando el bus se quedó sin frenos y comenzó a descender por la pendiente.

“Cuando el conductor iba bajando, se dio cuenta de que no tenía frenos. Fue ahí cuando les informó a los pasajeros, y automáticamente empezó la pesadilla. Mientras la gente gritaba, él iba pitando para que los otros vehículos despejaran la vía, pero no funcionó”, afirmó.
El testigo narró además que el conductor intentó descender en forma de zigzag con el propósito de rozar las llantas contra los andenes para disminuir la velocidad poco a poco, pero aquello fue en vano, ya que el vehículo terminó embistiendo a varios ciudadanos para terminar colisionando contra un árbol hasta volcarse.

“Otro de los vecinos que estuvo presente vio al chófer cuando lo subían a una ambulancia. Después, se bajó y tomó un taxi hacia quién sabe dónde. Hasta el momento no sabemos nada de su paradero, pero alguien tiene que responder y hacerse cargo de esto”, señaló el allegado.
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Ante la falta de información sobre el conductor, los amigos de la víctima iniciaron una investigación sobre el vehículo implicado y su aparente dueño, descubriendo un dato bastante perturbador.
“Nosotros tomamos la placa y empezamos a investigarla. Fue ahí cuando nos enteramos de que el vehículo no contaba con la Responsabilidad Civil Extracontractual, lo cual nos dejó completamente fríos”, indicó.
Pero, ¿qué es la responsabilidad civil extracontractual? Es la obligación jurídica que tienen las personas, sean naturales o jurídicas, de reparar los daños causados a otro cuando estos se producen fuera de una relación contractual. Se configura cuando alguien causa un perjuicio a un tercero por acción, omisión, dolo o culpa, y debe, por tanto, indemnizar los daños y perjuicios ocasionados, independientemente de que no exista un acuerdo previo entre las partes.

Esta forma de responsabilidad busca proteger derechos fundamentales como la integridad personal, la propiedad, la vida y la salud. Se basa en el principio general de que nadie debe causar daño a otro.
“Alguien tiene que hacerse responsable”
Familiares y amigos fueron directos: “Alguien tiene que hacerse responsable. ¿Y si no hubiese sido solamente Hernán Darío? Todavía hay 19 heridos, pero las autoridades ni siquiera vinieron a vernos para saber cómo estaba”, expresaron.
El núcleo familiar indicó que ya cuentan con un abogado que está trabajando en el caso desde el primer día en que Jaramillo resultó herido de gravedad por el bus.
“Esto nos duele bastante porque pensábamos que él no iba a fallecer. Luchó hasta sus últimos días y horas, hasta que murió el 24 de mayo, a eso de las 5:30 p. m., según nos dijo el médico. Pero nosotros sabíamos que él no quería morirse, tenía muchas metas. Por eso un abogado de la familia ya está adelantando todo el trabajo. Incluso ya tenemos identificado al presunto conductor, pero queremos que las autoridades se encarguen de avanzar por ese lado”, concluyó un allegado.
Hernán Darío Jaramillo Pérez era hijo único. Su madre padece una enfermedad crónica, y él, con su trabajo como guardia de seguridad, siempre la ayudaba con los gastos para que no estuviera sola.