Desde que su marido se fue, Nancy Ester Ariza Escorcia, de 61 años, no solo se quedó sin un compañero, también perdió la tranquilidad y, con ello, todo lo que tenía.
Y es que, según ella, a diario llegan a su casa, ubicada en la carrera 15 A #74-06 en el barrio Los Cedros de Soledad, al menos 20 personas que, con insultos y amenazas, pretenden cobrarle 14 millones de pesos en deudas que su esposo César Orlando Almeida Paredes, de 61 años, adquirió con más de 45 cobradiarios.
Dice que la han agredido verbalmente, le han intentado pegar, la han amenazado con darle puñaladas e incluso han violentado la puerta de su casa a mitad de la noche para llevarse objetos de valor; y todo por una deuda que, asegura, no le corresponde y no tiene cómo pagar.
Los violentos cobros, contó Nancy, empezaron hace un mes cuando Almeida Paredes salió de la casa una mañana y decidió no regresar.
'Aquí él tenía una frutera. Él iba prestando plata para surtir la mesa, pero decía que era poco y que después iba a salir de eso, que lo que debía eran unas 'chichiguas' y no debía preocuparme', explicó para argumentar su asombro cuando empezó a descubrir una a una las tarjetas de pagadiario que había dejado el hombre con el que se casó hace tres años y medio.
Según Nancy, poco a poco, los cobradiarios le han quitado todo lo que tenía. Se llevaron la nevera, lavadora, televisor, todo su dinero y hasta unas patillas que le habían dado sus hijos para intentar conseguir 'unos pesitos' vendiéndolas a pedazos y en jugo.
'Cada cinco minutos llega uno. Todos vienen a decir que necesitan su plata, que aquí fue que se hicieron las deudas y aquí es donde les tienen que pagar. Yo les digo que busquen la familia o lo busquen a él y ellos dicen que no', relató la mujer entre lágrimas y 'con el corazón en la mano'.
'Tú no te imaginas el sufrimiento y la angustia que yo he pasado. Siempre que oigo el ruido de una moto me sobresalto. A mí no me ha pasado nada porque Dios es grande. La situación es fea, horrible', aseguró la mujer.