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Dorlys Manuel Miranda Julio, pensionado de la Policía, docente y presidente de una asociación de profesionales de Policía y Fuerza Pública, denunció que fue víctima de agresión física y verbal por parte de un subteniente de la Policía.

De acuerdo con Miranda Julio, los hechos sucedieron el pasado martes hacia las 11:40 de la mañana cuando se encontraba en el sector de la plaza del Boliche, a bordo de su motocicleta, a la espera que pasara un bus de Campo de la Cruz, el cual estaba delante de él.

'Se me acercó el subteniente de nombre Rafael Villamizar que me dijo de forma grosera que quitara la moto, le pregunté que por qué me trataba de esa forma, que esa no era la manera, pero siguió insultándome y entonces me pidió los documentos de la moto', recordó el pensionado.

Agregó Miranda Julio que le preguntó al oficial si tenía competencia de tránsito para pedirle los documentos de la moto, lo que molestó al subteniente, quien intentó arrebatarle las llaves del vehículo al pensionado, pero este lo evitó.

'Le dije que se calmara, que yo era pensionado de la Policía, pero me dijo que no le importaba, entonces sacó una pistola taser y la accionó contra mí, impactándome en el lado derecho de las costillas', dijo Miranda Julio.

La descarga eléctrica que recibió hizo que perdiera el equilibrio y cayera sobre unos bultos que estaban a su lado, cayéndole la moto encima de una pierna. En ese momento, asegura el expolicía, sintió un fuerte dolor de cabeza y en el pecho también.

'Intento levantarme y le muestro el carné de pensionado de la Policía, pero me lo quita y lo tira al piso, luego con la ayuda del patrullero Jorge Flórez intentan llevarse la moto, pero yo no los dejaba y ahí fue cuando el subteniente me vuelve a disparar con la pistola taser en el abdomen, me doblé y volví a sentir un fuerte dolor de cabeza y en el pecho y ganas de vomitar, además que el corazón se me aceleró', expresó el docente y pensionado.

Ante lo que sucedía, dijo Miranda Julio, la gente del sector empezó a gritar en contra del uniformado para que no lo siguiera agrediendo con la pistola eléctrica.

Tras un cruce de palabras que asegura el afectado sostuvo con el patrullero Flórez, el subteniente lo impactó por la espalda por tercera ocasión con la pistola eléctrica, al tiempo que lo ofendía por su color de piel morena.

Tras lo sucedido, el pensionado fue llevado al CAI de la Aduana y de ahí fue trasladado a la UPJ, donde asegura que vomitó ya que se sentía mal. Luego de que fue dejado libre, Dorlys Miranda fue llevado a la clínica de la Policía por su esposa. Allí le realizaron un electrocardiograma que arrojó como resultado una arritmia cardíaca que había sufrido, por lo que fue canalizado y le aplicaron tramadol y otro medicamento para mitigar el fuerte dolor que dijo sentía.

La denuncia penal

En la denuncia que presentó ante la Fiscalía, el abogado Édinson Martínez Bolívar dijo que se investigará a los policías involucrados en los hechos, por los delitos de tortura, tentativa de homicidio y discriminación racial.

El jurista manifestó que el accionar de los uniformados no se rige a las normas de la institución y por ello deberán responder ante la justicia ordinaria como la militar, por el trato que le dieron a su defendido.

Por su parte el abogado constitucionalista, Daniel Santos Carrillo, también defensor del pensionado de la Policía, manifestó que el uso de las armas eléctricas taser se encuentran 'seriamente reprochadas' en su uso, por no dejar de constituir formas de tortura y causar incluso la muerte, según el Comité de expertos de la Convención Contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes.

Sobre el caso particular, señaló el abogado Santos Carrillo que se podrían estar configurando las conductas punibles de tortura y actos de racismo o discriminación.

'Ya una ONG en consolidación y con asiento en Argentina (Unión Interamericana de Derechos Humanos de Fuerzas de Seguridad,) estudian el caso', manifestó el jurista.

EL HERALDO se comunicó con la oficina de prensa de la Policía Metropolitana de Barranquilla para conocer su versión de los hechos, pero no se obtuvo respuesta alguna por parte de la institución.