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Veinticuatro días después del deceso, el Instituto de Medicina Legal informó que Beatriz Palencia Caratt, de 87 años, no murió por empalamiento en el Asilo San Antonio, ubicado en la carrera 41 con calle 47 del barrio Rosario, en el Centro de Barranquilla. La muerte se produjo por una infección generalizada, derivada del prolapso rectal (salida del recto a través del ano) que padecía.

La información fue dada a conocer en exclusiva a EL HERALDO por el director de Medicina Legal, Carlos Valdés Moreno, quien explicó que Palencia falleció el 13 de febrero pasado por una infección en su zona rectal, luego de sufrir el rompimiento de una sutura hecha por galenos del Hospital de Barranquilla para controlar el prolapso.

'Frente a la hipótesis de empalamiento, porque el médico interpreta los primeros hallazgos como restos de astillas de madera y de otras cosas, el médico ni nadie aportó los restos de madera y tierra que dijeron haber visto. No encontramos, además de la ruptura del recto, ningún otro signo que hubiese sido compatible con un acto violento', reveló ayer a EL HERALDO, vía telefónica.

De acuerdo con Valdés, el análisis no solo confirmó que la anciana presentaba un prolapso y desgarro a nivel del recto, sino que no hallaron 'signos de violencia a nivel de la mucosa rectal'.

'En un tejido tan friable, delicado por la enfermedad que tenía, cualquier violencia sobre este hubiera dejado signos. No encontramos ninguno, más allá de la ruptura suturada, debilidades en las paredes del recto y los músculos rectales totalmente atrofiados, y que por eso se daba la salida del recto', puntualizó.

Una copia del informe de los resultados de la necropsia fue entregado a la Fiscalía General de la Nación.

Los hechos

La muerte de Palencia Caratt, quien estaba bajo el cuidado de religiosas del Asilo San Antonio, causó conmoción en Barranquilla a raíz del dictamen del Hospital y la denuncia instaurada por sus familiares, dado a conocer por EL HERALDO.

La anciana sufrió sangrado la mañana del 11 de febrero en el asilo. Horas después, médicos del Hospital General diagnosticaron haber encontrado astillas y arena en su cavidad abdominal.

Ante el hallazgo, sus familiares denunciaron en la Fiscalía un presunto ataque sexual con empalamiento. Palencia permaneció 48 horas en observación, pero el lunes a las 10:10 de la noche falleció de un infarto.

Tras conocerse de la queja penal, la hermana superiora del albergue, Matilde Arteaga Mogollón, sostuvo tajantemente que era 'imposible' que el empalamiento hubiese ocurrido.

Hiperlía Salas Suárez, directora del Hospital General, argumentó que los hallazgos 'se realizaron en el interior de la paciente y que las autoridades deben investigar cómo y por qué esos cuerpos extraños llegaron ahí'.

EL HERALDO intentó preguntarle ayer a Salas sobre por qué los restos encontrados en Palencia no fueron aportados a Medicina Legal, pero no contestó las llamadas a su celular.

Jorge González Palencia, sobrino de la fallecida, manifestó por celular que él y su familia están a la espera del pronunciamiento de la Fiscalía. 'Seguimos esperando que cualquier valoración se ejecute en circunstancia. Es decir, estamos ad portas de lo que el fiscal considere'.

A través de su apoderado, el abogado Manuel Echeverría Franco, el Asilo San Antonio informó que a pesar de los resultados arrojados por la necropsia que descartan un homicidio, solo hará un pronunciamiento oficial cuando la Fiscalía ordene el archivo de la investigación por inexistencia de delito. Así lo confirmó Arteaga, consultada por teléfono.