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Los familiares de Alberto Mario Mejía Valle, asesinado a bala el sábado en el barrio Las Flores, reconocieron ayer que el joven, quien iba a recibir grado como abogado, era compadre y tenía negocios en común con el comerciante Ramiro Antonio Morris González, de 66 años, muerto en un atentado perpetrado por sicarios el pasado 15 de enero en el barrio Los Andes.

Ambos fueron baleados cuando estaban dentro de sus vehículos. En el caso de Mejía Valle fue un automóvil Chevrolet Sail, color gris, de placa MHY-410, mientras que Morris González recibió los tiros que le segaron la vida cuando llegaba a casa en su camioneta Kia Sportage, color blanco, de placas HXN-852.

De acuerdo con los familiares del joven de 27 años, la relación entre Mejía y Morris eran 'como de padre e hijo' y prestaban dinero y vendían propiedades en sociedad. 'Después de la muerte del compadre Morris, él sintió dolor pero nunca se mostró con preocupación', contaron los familiares.

Mejía Valle estaba en Las Flores porque había ido con dos primos para almorzar y encontrarse con unas personas para cerrar la venta de una moto acuática.

El pariente contó que 'ellos estuvieron por varias horas allá, almorzaron esperando a las otras personas, pero no llegaron'.

Agregó que el sábado Alberto Mario Mejía le dijo a sus primos que se adelantaran y él los alcanzaba. Poco después, cuando se movilizaba en su vehículo, dos sicarios lo interceptaron y el parrillero le disparó en cuatro ocasiones con una pistola con silenciador. Mejía murió en el acto.