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Margith Iglesias Viloria, de 39 años, ama de casa madre de dos hijos de 19 y 22 años, asegura que sufre agresiones de su expareja, lo que fue negado por el acusado.

Según Iglesias, el pasado jueves a las 10 de la noche, mientras cocinaba en el apartamento de su hijo, su expareja José Flores Vargas, de 48 años, albañil y padre de sus dos hijos, inició una discusión que terminó en agresión. 'Como él está viviendo con mi hijo porque ahora está separado de su actual mujer, me tiene prohibido entrar en el apartamento. Cuando llegó cerró la puerta, vino para la cocina y empezó a decirme que no tengo derecho de estar ahí. De repente se me tiró encima y empezó maltratarme', contó la mujer.

Agregó que como pudo se soltó de su expareja, quien se armó con unos ‘chacos’ (arma formada por dos palos cortos unidos por una cuerda o cadena), y huyó hacia el patio. 'Me monté en la paredilla pero me alcanzó y me golpeó con los ‘chacos’ en la pierna', explicó.

Mostró una incapacidad por 18 días que le dio Medicina Legal por los golpes.

Flores asegura que la vivienda ubicada en el barrio La Pradera, dividida en dos apartamentos, es de su propiedad. 'Ese apartamento se lo hice a mi hija y ella metió ahí a la mamá. Hace muchos años sí teníamos problemas y había maltrato, pero yo ahora soy cristiano y asisto a la iglesia. Ella no tiene derecho de estar ahí porque abandonó el hogar y yo me quedé con los pelaos', contó el albañil.